Naciones Unidas.- El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy la sucesión de explosiones y ataques con mortero que causó la muerte en Bagdad de al menos 95 personas y heridas a otras 597, en la mayor cadena de atentados ocurrida en el país en lo que va de año.
Los quince miembros del órgano resaltaron en una declaración que "esta tragedia" se produce en el sexto aniversario del atentado contra la sede de la ONU en Bagdad, en el que murió el representante del organismo en Irak, Sergio Vieira de Mello.
"El Consejo de Seguridad aprovecha esta triste ocasión para reiterar su firme respaldo y aprecio a la labor humanitaria de la ONU y su personal en Irak", señala el texto, que fue leído a la salida de una reunión por el presidente de turno del órgano, el embajador británico John Sawers.
El documento también advierte de que "ningún acto de terrorismo puede causar un retroceso en el camino hacia la democracia, la paz y la reconstrucción de Irak que respalda el pueblo y el Gobierno de Irak, y la comunidad internacional".
El Consejo resalta la obligación de todos los países de asistir en la lucha contra el terrorismo, así como la de llevar ante la Justicia a los responsables de los ataques que sacudieron hoy la capital iraquí.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también lamentó que el aniversario del atentado contra el Hotel Canal, sede de la ONU en la capital iraquí, se viera manchado de sangre.
"Me apena que sigan produciéndose actos de violencia, como la sucesión atroz de ataques que hoy segaron la vida de decenas de inocentes", apuntó el máximo responsable de la ONU durante un acto en conmemoración del Día Humanitario Mundial.
Las autoridades iraquíes acusaron a la red terrorista Al Qaeda de estar detrás de esta ola de violencia, que es la más mortífera desde la retirada de EE.UU. de las ciudades iraquíes, el pasado 30 de junio y después de que el Gobierno de Irak decidiera, el 8 de agosto, comenzar la eliminación de las barreras de hormigón de la capital.
Con la mejora de la situación de seguridad, el Gobierno decidió retirar estos bloques que dividían Bagdad en varias zonas y servían para controlar los movimientos de los vehículos y entorpecer la colocación de carros bomba.
El peor de los atentados se produjo por la explosión de un camión-bomba colocado delante del Ministerio Asuntos Exteriores y que costó la vida a al menos 47 personas e hirió a más de 200.
El ministerio está cerca de la fortificada Zona Verde de Bagdad, que cuenta con extremas medidas de seguridad, ya que alberga edificios gubernamentales y varias embajadas, entre ellas la de Estados Unidos.
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