Buenos Aires.- Media docena de petroleras, entre ellas la hispano-argentina Repsol YPF, están atrapadas en un conflicto político que rodea a la huelga de trabajadores del sector, que desde comienzos de mes paraliza a Santa Cruz, provincia natal del ex presidente Néstor Kirchner.
La huelga tiene como trasfondo las disputas entre Kirchner y el gobernador santacruceño, Daniel Peralta, además de las luchas dentro del Sindicato del Petróleo y el Gas Privado de Santa Cruz, el único que rechazó la subida salarial del 20% dictada por el Ministerio de Trabajo como conciliación en negociaciones paritarias.
En medio de las negociaciones para levantar la huelga, portavoces de las petroleras confirmaron hoy a Efe que adelantaron entre 42 y 45 millones de dólares por derechos de explotación en vista de los problemas económicos que sufre la provincia, tercera productora de hidrocarburos del país.
Santa Cruz, de unos 200.000 habitantes, repartidos en 243.943 kilómetros cuadrados de extensión en el extremo sur de Argentina, sufre, además, una crisis económica con un déficit de unos 2.000 millones de pesos (unos 526 millones de dólares) en un contexto de creciente conflicto social.
La huelga, declarada el 7 de agosto en demanda de una subida salarial del 25%, se mantiene a pesar de que las compañías han intimado a sus 6.000 trabajadores a levantar la protesta so pena de ser despedidos "con justa causa", como advirtió el martes la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos.
Las compañías aducen que el aumento concedido con la mediación de las autoridades laborales está entre los más altos del país, por encima del que logró el sindicato de camioneros, cuyo líder, Hugo Moyano, es además el jefe de la Confederación General del Trabajo, la mayor central obrera del país.
Los analistas coinciden en que detrás del conflicto hay un duro pulso entre Kirchner y el gobernador Peralta, mientras que medios de prensa de Santa Cruz apuntan, además, que las petroleras se muestran renuentes a seguir solventando planes sociales como lo hicieron en los últimos años.
Las diferencias entre Kirchner y Peralta se agudizaron luego de la derrota del peronista Frente para la Victoria en las elecciones legislativas del 28 de junio, un hecho histórico en el caso de Santa Cruz.
Kirchner había ganado nueve elecciones consecutivas entre 1991, cuando accedió a la gobernación santacruceña, y 2007, cuando dejó la jefatura del Estado al cabo de unas elecciones que ganó su esposa y actual mandataria, Cristina Fernández.
La renuencia de diez legisladores provinciales que responden a Kirchner impidieron el mes pasado que Peralta llevara adelante una ley para constituir un fideicomiso con regalías petroleras para afrontar el abultado déficit de las cuentas provinciales.
La política santacruceña es controlada por el Partido Justicialista (peronista) frente a una oposición "débil", a pesar de la reciente victoria electoral de una coalición liderada por la Unión Cívica Radical, comentó a Efe el director de la web de noticias Opisantacruz, Rubén Lasagno.
Aseguró que las petroleras ya no están dispuestas a seguir solventando planes sociales en el actual contexto de creciente conflictividad por la paralización de la obra pública, que en su mayor parte es solventada por el gobierno federal.
Desde el miércoles pasado permanece ocupada una planta de Repsol YPF en la localidad santacruceña de Las Heras, centro de un conflicto que también afecta a las estadounidenses Occidental y Chevron, la chilena Sipetrol y las brasileñas Petrobras y Petrobras Energía.
"No hay ninguna explicación de cómo una provincia tan chica y rica en petróleo" pueda haber acumulado "tan rápido" un déficit público "tan alto" después de haber recibido apoyo durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007), opinó el analista Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.
"Contra toda lógica política, Kirchner parece profundizar la crisis de su propia provincia, lo que para él implica claras desventajas políticas tanto hoy como a futuro", remarcó en una columna publicada por la web de la consultora.
En sus cuatro años de mandato presidencial, Kirchner "tuvo tres gobernadores en Santa Cruz y Cristina (Fernández) parece que va a tener por lo menos más que uno", vaticinó.
La presidenta concederá hoy por la noche una audiencia a Peralta en medio de rumores según los cuales el apoyo del gobernador a los petroleros en huelga causó gran irritación a Kirchner.
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