San Salvador.- El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, afirmó que 2009 será un año "difícil" para el país debido al impacto de la crisis internacional, pero estimó que puede haber una recuperación económica después del segundo semestre de 2010.
"Sin ser maximalistas, vamos a tener un año difícil, vamos a cerrar en saldos negativos y vamos a comenzar a recuperarnos hasta la mitad del próximo año, a tono con las posibilidades de recuperación de la economía de EE.UU.", declaró el mandatario en una entrevista que publica hoy el diario La Prensa Gráfica.
La proyección del Gobierno salvadoreño es un crecimiento negativo del uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de 2009, aunque se espera, según fuentes oficiales, que se haga una nueva estimación con una caída cercana al dos por ciento.
Funes, quien asumió el cargo el pasado 1 de junio como representante del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), explicó que en el país se han perdido unos 60.000 empleos en lo que va del año.
Además, las remesas, uno de los pilares de la economía salvadoreña, han bajado un 10,8 por ciento entre enero y julio de 2009, debido principalmente al desempleo en Estados Unidos, donde residen unos 2,5 millones de salvadoreños.
El jefe de Estado indicó que el déficit de recaudación fiscal alcanzará cerca de 500 millones de dólares al final del año, por lo que aseguró que el presupuesto nacional "está desfinanciado".
Justificó, en ese contexto, un plan de préstamos internacionales con distintos organismos que alcanzaría unos 1.500 millones de dólares hasta 2014.
"El asunto es que no se trata de si vale la pena o no endeudarse, es que no tenemos otro camino. Las ofertas no las podemos cubrir con el presupuesto ordinario", afirmó el gobernante.
Insistió, igualmente, en que los problemas económicos del país le han sido heredados a su Gobierno.
El Salvador estuvo gobernado durante 20 años por la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), cuyo primer presidente, Alfredo Cristiani, firmó la paz en 1992 con el FMLN, la antigua guerrilla salvadoreña.
"Cien días no son suficientes para conocer la administración pública, pero sí son suficientes para darse cuenta de que tenemos un problema complejo que resolver", apuntó el mandatario.
Detalló que una de sus apuestas estratégicas para ayudar a la recuperación económica del país es el fomento a la inversión nacional, por lo que dijo que trabajarán en "devolverle la confianza al inversionista privado en lo que resta del año".
"Si él no invierte, las posibilidades de recuperación de nuestra economía se reducen considerablemente", acotó.
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