Barcelona.- El presidente del FC Barcelona, Joan Laprota, expondrá mañana el legado que deja después de seis años al frente del club catalán, en la que será su última comparecencia ante los socios compromisarios en el Palau Blaugrana (15:30 horas), debido a que el año que viene se celebrarán elecciones y el abogado no puede optar a una segunda reelección.
Casualmente, Laporta se despedirá mañana de los compromisarios que el año pasado validaron su continuidad, después de que el presidente, que sacó adelante la moción de censura por un resultado ajustado, se entregó a la decisión final de la asamblea, que votó su continuidad a pesar de un rechazo importante.
Laporta solicitará a los socios que le aprueben un presupuesto ligeramente superior a los 400 millones de euros, casi tres veces más alto que el que encontró cuando accedió a la presidencia, en junio del 2003, lo que ha permitido al Barça situarse en lo alto de la clasificación de los clubes que más facturan en el mundo.
Lejos queda ya su primera comparecencia ante los propietarios de la entidad, los socios compromisarios, que son elegidos por un periodo de dos años. Aquel verano de 2003, Joan Laporta solicitó un doble mortal a los compromisarios, a quienes imploró que aprobasen un cierre con pérdidas multimillonarias, de la gestión de Joan Gaspart y del presidente interino posterior, Enric Reyna.
A pesar de la contrariedad que aquello supuso, los socios aceptaron por 427 votos a favor, 69 en contra y 12 en blanco que el ejercicio anterior el Barcelona lo cerrase con un déficit de 72 millones de euros, que ampliaban la deuda global a 169,7 millones.
Además de estos números nunca vistos en el club barcelonista, el nuevo presidente, elegido por mayoría absoluta, también arrancó la aprobación para que el Barça luciese publicidad en la camiseta, hecho que posteriormente se transformó en una vinculación con UNICEF a partir de la cual no sólo no recibe dinero el conjunto catalán, sino que le representa un gasto.
Seis veranos después, Laporta se despedirá de los compromisarios con un panorama muy diferente en el club. En la parcela deportiva, el Barça ha dado un salto de calidad con la obtención de tres Ligas y dos Ligas de Campeones más en su historial y con el sello de un fútbol que no sólo es del agrado del aficionado culé, sino que ha recibido el reconocimiento de todo el mundo.
En el ámbito económico, el club ha dado un salto espectacular y se ha convertido en una de las entidades más ricas del mundo y con mayor facturación. La temporada pasada cerró el ejercicio con 384 millones de ingresos y con un beneficio de 8,8 millones, mientras que prevé para la próxima temporada una partida de ingresos de 405 millones y 20 de beneficios.
En cuanto al ámbito social, el Barcelona puede presumir de contar con una de las masas sociales más numerosas del mundo, ya que reúne a 162.979 asociados, la mayoría, eso sí, sin opción a un abono, hecho que siempre se ha criticado por el riesgo que existe de que los no abonados un día se planten y exijan los mismos derechos que los que optan a un asiento.
No obstante, Laporta ha contado con muchos problemas de aceptación en el cargo, hasta el punto de sufrir el año pasado una moción de censura que por poco le cuesta la presidencia. A pesar de ello, el mandatario volvió a lidiar con una grave crisis dentro de la junta directiva, con la dimisión de ocho directivos, los cuales le solicitaban que fuese él quien abandonase el cargo por la contundencia en el voto de censura.
Laporta pudo enderezar el club tras la grave crisis social y firmar el año deportivo más exitoso de la historia del club, con la obtención del triplete (Liga, Copa y Liga de Campeones), el cual aún se puede ampliar un poco más en títulos (Supercopa de España, de Europa y Mundial de Clubes).
En su adiós ante los compromisarios, ya que la siguiente reunión ordinaria contará el próximo verano con un nueve presidente, Laporta solicitará que los socios validen la entrada en la junta de Magda Oranich, Josep Ignasi Macià y el también directivo Xavier Sala i Martín, quien en los últimos meses se ha posicionado como el escogido por Laporta para sucederle en la junta continuista.
Este hecho ha llegado a tensionar la junta barcelonista, por la casi nula aceptación con la que cuenta la propuesta de Laporta de impulsar una junta de continuidad con el catedrático de Economía y ex presidente de la comisión económica del club. Por contra, la junta parece más cercana a la idea de potenciar una candidatura con el vicepresidente de mercados, Jaume Ferrer, como cabeza visible.
Esta votación para validar la entrada de Sala i Martín, así como la solicitud de la aprobación de las cuentas del pasado ejercicio y del próximo, volverá a hacerse a mano alzada y sin el inicialmente previsto voto telemático.
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