Washington.- El Tribunal Supremo de EE.UU. aplazó hoy la ejecución de un preso de Georgia condenado a muerte, después de analizar su recurso y ordenar una vista en una corte para que evalúe si existen nuevas evidencias que pudieran probar su inocencia.
El reo, Troy Davis, condenado a la pena capital por el asesinato del policía Mark MacPhail en 1989, ha recibido el apoyo de personalidades estadounidenses y de la comunidad internacional que han pedido en reiteradas ocasiones el aplazamiento de la ejecución mientras persistan las dudas sobre su culpabilidad en el homicidio.
Los abogados de Davis, que lleva dos décadas luchando en los tribunales para no ser ejecutado en Georgia, afirmaron en su recurso ante el Tribunal Supremo que nuevos testigos podrían establecer claramente la inocencia de su cliente.
En este contexto, el magistrado John Paul Stevens ordenó hoy a un juez federal de Georgia que "escuche testimonios e investigue si hay pruebas que no se obtuvieron durante el juicio que pudieran establecer la inocencia del peticionario" Davis.
Los jueces Ruth Bader Ginsburg y Stephen Breyer apoyaron la decisión del magistrado. La juez Sonia Sotomayor, que juró el cargo el pasado 8 de agosto, no participó en las deliberaciones.
Davis ha experimentado durante los últimos 20 años muchos altibajos en su batalla legal por no ser ejecutado.
En septiembre pasado, el Tribunal Supremo aplazó su ejecución tras recibir peticiones de clemencia del Papa Benedicto XVI y del ex presidente de EE.UU., Jimmy Carter.
La orden llegó dos horas antes de que Davis debía ser ejecutado mediante una inyección letal.
A las solicitudes de clemencia se habían sumado también el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, entre otras personalidades y también la Unión Europea (UE) había pedido que se suspenda su ejecución.
Sin embargo, apenas tres semanas después, el Supremo revirtió su decisión y permitió que el proceso siguiera adelante, hasta que una corte federal de apelaciones ordenó otro aplazamiento temporal.
En su dictamen de hoy, Stevens indicó que ejecutar un hombre que podría ser inocente "representa una justificación adecuada" para exigir otra vista.
Davis siempre ha defendido su inocencia. Testigos afirmaron que el condenado a muerte, que en 1989 tenía 19 años, y otros dos acosaron en un Burger King a un indigente cuando un policía llegó para ayudar al hombre.
Fue entonces, según sus versiones, que Davis disparó al agente y huyó del lugar.
Desde 1991, fecha en la que fue condenado a muerte, siete de los nueve testigos que declararon contra él se retractaron de lo que habían testificado en el juicio, en el que no se presentaron pruebas físicas que vincularan a Davis con el homicidio del policía.
Además, cuatro de esos mismos testigos afirmaron después que otro hombre, aparentemente Sylvester Coles, era el asesino del policía.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.