Palma.- El conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, presenta mañana, lunes, el "Plan de preparación y respuesta ante una pandemia de la nueva gripe AH1N1", en una rueda de prensa en la que estará acompañado por el director general del Servicio de Salud de Baleares (Ib-Salut), Josep Pomar.
El plan de contingencia que dará a conocer Thomàs plantea la actuación necesaria para que el sistema sanitario pueda dar respuesta a la situación de pandemia cuando se produzca en las islas y dar mecanismos a la sociedad (organismos, personas o empresas) para enfrentarse a la situación, con planes específicos en cada caso.
En la comparecencia parlamentaria celebrada el pasado 28 de julio ante la comisión no permanente de Salud, Thomàs ya anunció que el objetivo del plan es "organizar una respuesta a un escenario que no sabemos muy bien cuál será, ni en qué momento será extraordinario".
Thomàs detalló entonces que el plan comprenderá cuatro fases, que comenzarán con la respuesta a la etapa inicial de goteo de casos (que es la actual); la fase dos se activará en dos partes, cuando haya una presentación masiva de la enfermedad; y la tercera y cuarta fases serán de disminución y recuperación, respectivamente.
Entre las medidas que incluye el plan figuran la creación de comités de trabajo centrados en distintas áreas, que ya están activos en la primera fase.
El primero de ellos se ocupa de prevención y control de la epidemia en Baleares; el segundo es técnico asesor y ayuda a poner al día los conocimientos técnicos y científicos, con recomendaciones de acción inmediata sobre la enfermedad, y un tercero está dedicado a hacer operativos los protocolos.
Además, hay grupos de trabajo en los ámbitos de vigilancia, antivirales y vacunas, respuesta de los servicios sanitarios, respuesta de servicios asistenciales y comunicación.
Habrá también otros de información a los profesionales y a la población, criterios de actuación ante la enfermedad y seguimiento de casos.
La segunda fase, según explicó Thomàs, se activará en dos tiempos: cuando la tasa semanal sea de 300 casos por 100.000 habitantes o cuando haya un incremento de las necesidades de atención sanitaria del 30 por ciento; y posteriormente cuando se alcancen los 500 casos o la demanda aumente un 40 por ciento.
Esta fase supondrá la adaptación de servicios de urgencias y la ampliación de cursos y contempla incluso la adaptación de la atención interhospitalaria y la posible creación de unidades de atención a domicilio.
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