Madrid.- Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid celebran mañana la fiesta de su patrona, la Virgen de la Paloma, y cómo es habitual desde principios del siglo pasado descolgarán su imagen, de casi 100 kilos, de la iglesia del mismo nombre y la sacarán en procesión por la tarde por el centro de la capital.
Los festejos de La Paloma comenzarán a las diez de la mañana con la ofrenda floral a la virgen, que tendrá lugar en el la Iglesia de San Pedro el Real, popularmente conocida como iglesia de La Paloma, situada en la calle Toledo, número 98.
Posteriormente se celebrará la misa, y alrededor de las 13.30 el Piquete del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid descolgará el lienzo de La Paloma para que los fieles puedan cumplir con la tradición de besarlo en el día de la Asunción de la Virgen.
A las ocho de la tarde está previsto que los bomberos saquen el cuadro en procesión, un acto al que este año faltará el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, -habitual en esta cita desde que llegó a la Alcaldía en 2003-, ya que se encuentra en Berlín promocionando la candidatura de la capital para los Juegos Olímpicos de 2016.
En su lugar, está previsto que asista el vicealcalde de la capital, Manuel Cobo.
Acompañada por dos bandas sinfónicas, la procesión cruzará la Gran Vía de San Francisco hasta la Puerta de Toledo, la calle Toledo, la puerta de la Cebada, la carrera de San Francisco y la calle Calatrava hasta concluir de nuevo en la parroquia.
La historia de la imagen de La Paloma se remonta a 1787 cuando Isabel Tintero, una mujer devota natural de Madrid, se la arrebató a unos muchachos que jugaban con él en un solar al lado de donde hoy se levanta el templo.
Fue entonces cuando Tintero, cuyos restos descansan hoy a los pies de la Virgen, tal y como ella dejó escrito en su deseo, inició el culto a la misma en su propia casa en la calle de La Paloma.
Quién lo pintó, cuándo y cómo llegó hasta allí son algunas de las preguntas que aún hoy no tienen respuesta y llenan de enigma al cuadro de la Virgen.
Sobre la imagen del lienzo hay varias versiones pero la que más popularidad ha alcanzado a lo largo de los años es la de un cronista de la Villa y Corte, Antonio Velasco, quien en 1943 escribió que la Paloma era "el vivo retrato de una monjita profesa en un convento de Burgos a mediados del siglo XVI".
En cuanto a la tradición de que sean los bomberos quienes descuelguen el cuadro, la historia cuenta que los feligreses de la parroquia de la Paloma reclamaron su ayuda cuando éstos realizaban maniobras en los terrenos que posteriormente se convertirían en la Gran Vía de San Francisco, para descolgar el cuadro de su patrona y llevarlo en procesión.
En ese momento se instituyó la tradición de que fueran ellos quienes descolgasen el cuadro y lo portaran en la procesión.
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