Quito.- El jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, asumió hoy un segundo mandato presidencial con el compromiso de mejorar las condiciones de los oprimidos mediante la profundización de su "irreversible" revolución ciudadana.
En su discurso de toma de posesión Correa se centró en los próximos pasos de su revolución pacífica, una "lucha gigantesca", según dijo, pero también habló de asuntos más polémicos como sus diferencias con Colombia y su convicción de que hay que frenar los "excesos" de determinada prensa.
"Es una lucha que la hemos empezado ya y que nadie la va a detener. La nuestra es la revolución de los oprimidos", recalcó al subrayar que se trata de un proceso "irreversible" y pacífico para construir una sociedad "incluyente, solidaria y equitativa".
Nada más llegar por primera vez a la Presidencia, en enero de 2007, Correa promovió a necesidad de una nueva Constitución, la cual fue aprobada en un referéndum en 2008 y entre otras novedades trajo la posibilidad de reelección presidencial.
Reelegido el pasado abril, hoy asumió para un periodo de otros cuatro años, hasta 2013, en presencia de la mayoría de los presidentes suramericanos y del Príncipe de Asturias, heredero de la Corona española, en una ceremonia en la Asamblea Nacional.
La nueva Carta Magna es "un canto a la vida" y la "piedra fundacional de un cambio de época de este nuevo tiempo de la patria", señaló el jefe del Estado.
Correa mencionó como ejes de su Gobierno la lucha contra la corrupción, un cambio de rumbo en la política económica para dar supremacía al ser humano sobre el capital y la reforma en las estructuras del Estado.
Aseguró que con acciones que no afectaron a los más pobres, Ecuador ha salido sin traumas de la peor parte de la crisis financiera internacional y "muy probablemente será uno de los pocos países de Latinoamérica que crecerá este año", además de tener "una de las tasas de desempleo mas bajas de la región".
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su último informe de perspectivas económicas, considera, sin embargo, que la economía de Ecuador retrocederá un 2% este año.
Correa, muy crítico con el FMI y otros organismos de crédito, señaló que su Gobierno "jamás ha permitido ni permitirá que alguna burocracia internacional" imponga sus políticas, al hablar de sus acciones en relación con la deuda externa del país.
Con "coraje y habilidad", por primera vez Ecuador logró "vencer a especuladores financieros" en la operación por la cual se compró el 91 por ciento de papeles de los bonos Global 2012 y 2030, "con descuento del 70 por ciento", dijo.
Al hablar de la recuperación de la dignidad como uno de los ejes de su Gobierno, Correa mencionó la búsqueda de la integración con el fortalecimiento de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuya presidencia pro témpore asumió hoy.
También recalcó el compromiso de fortalecer relaciones bilaterales "basadas en el diálogo, cooperación y desarrollo", así como en el "respeto mutuo" y de la soberanía.
En este sentido volvió a criticar la operación militar colombiana contra un campamento que las FARC habían instalado en Ecuador en 2008 y rechazó la posible utilización de bases militares colombianas por Estados Unidos, que, según dijo, afectaría a todo el continente.
"Se nos dice ahora que (el uso de las bases) es un problema estrictamente colombiano, cuánta doble moral", afirmó Correa, para preguntarse a continuación "por qué no se dice lo mismo de los programas nucleares de países" denominados "hostiles a ciertos centros de poder".
En su exposición, Correa deseó que con ese acuerdo no se fortalezca "la política guerrerista" y que no se dirija contra "los Gobiernos insurgentes" de América en lugar de contra el narcotráfico, que es el objetivo declarado por EE.UU. y Colombia.
Además denunció una "nueva arremetida mediática internacional" y la "hipocresía" con la que desde diversos medios internacionales se apunta a una supuesta relación de su Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Nosotros no nos hemos olvidado de que el mundo entero entienda que los problemas de guerrilla, de paramilitarismo, de narcotráfico, de cultivos de coca, de incapacidad de controlar el territorio nacional, de narcopolítica, de parapolítica no están en Ecuador, están en Colombia", afirmó enfáticamente.
Además, Correa, que desde que inició su primer periodo en el Gobierno ha mantenido una permanente y dura confrontación con varios medios de comunicación de su país, propuso tomar medidas de control para frenar los "excesos" de la prensa.
"Coincido plenamente con quienes sostienen que la vigencia de la democracia exige medios de información libres, independientes y críticos, pero una cosa es la existencia de medios dotados de esas características y otra muy distinta la suplantación de la opinión pública por los intereses privados" de estas empresas, añadió.
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