Morales llama a sus opositores a "trabajar juntos" para avanzar con igualdad

Sucre (Bolivia).-  El presidente Evo Morales aprovechó hoy la Fiesta Nacional de Bolivia para convocar a sus opositores "a trabajar juntos" a pesar de las diferencias, para que el país avance desde la igualdad de todos los bolivianos.

"Si todos nos juntamos, Bolivia de acá en poco tiempo será un país respetado y apreciado en el contexto internacional. Será un modelo de país que lucha por la igualdad y que defiende su dignidad", proclamó Morales en un mensaje a la nación pronunciado desde la ciudad de Sucre.

La sureña Sucre, capital constitucional de Bolivia, recuperó este año su papel protagónico durante la conmemoración de los 184 años de la independencia del país, que contó con la presencia de Morales, quien desde 2007 no había pisado la ciudad por las hostilidades entre los dirigentes opositores locales y su Gobierno.

Desde la Casa de la Libertad, donde se firmó el Acta de Independencia en 1825, el gobernante indígena pronunció un discurso con llamados a la unidad y en el que pidió dejar a un lado el "egoísmo, el sectarismo y el individualismo" para trabajar en la "igualdad de todos".

En presencia de representantes de los tres poderes del Estado e incluso de algunos líderes de la oposición, Morales reclamó también mayor coordinación, "no sometimiento" dijo, entre los tres estamentos para profundizar en el "proceso de cambio" emprendido por su Gobierno.

"Debemos vivir para la patria y no vivir de la patria", les recordó.

Bolivia celebra este año su primera Fiesta Nacional bajo la nueva Constitución, promulgada el pasado febrero, tal y como recordó Morales, quien destacó que tras 184 años de independencia es la primera aprobada por el voto popular.

"La sabiduría del pueblo nos permite pasar de un estado colonial a un estado plurinacional", indicó el mandatario.

Destacó que esta Carta Magna pretende resolver los problemas sociales de Bolivia con políticas que, dijo, tienen "carácter internacional" como las relativas a servicios básicos como el agua, la luz o la telefonía, consagrados como derechos humanos en la Constitución.

Morales volvió a abogar por la completa "descolonización" de Bolivia para acabar con situaciones como la dominación a los más pobres y de los indígenas, o la imposición de modelos económicos que "no han sido solución" para el país.

Tras destacar algunos de los logros económicos de su gestión como la recuperación de los recursos naturales o el superávit fiscal, el presidente reconoció que la corrupción, a su juicio una "herencia colonial", sigue siendo una de las "debilidades" del Estado.

En cualquier caso, dijo: "después de tres años y medio de presidente, me he dado cuenta de que Bolivia no es un país sin esperanza, no es un país que no pueda salir adelante. Bolivia ya no es el último o penúltimo país de Latinoamérica", resaltó.

Sucre recibió hoy al presidente Morales con tranquilidad y sin incidentes, con un ambiente festivo y de muestras de apoyo al mandatario, aunque con un importante dispositivo de las fuerzas de seguridad.

En el acto celebrado en la Casa de La Libertad, estuvieron presentes las principales autoridades del país, entre ellas los miembros del Gobierno, el presidente del Congreso Nacional y vicepresidente, Álvaro García Linera, y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Beatriz Sandoval.

También asistieron líderes opositores como el presidente del Senado, Óscar Ortiz, y la prefecta (gobernadora) del departamento de Chuquisaca (cuya capital es Sucre), Savina Cuéllar.