Barcelona.- Las obras de la línea L-2 del metro de Barcelona, que se han iniciado hoy, han causado en las horas punta de la mañana importantes aglomeraciones de pasajeros y quejas de los usuarios, que han tenido que viajar en unos autobuses alternativos atestados de viajeros.
La confluencia de personas en la estación de La Pau, en Barcelona, ha sido tal que los autobuses ya partían llenos desde aquí y cuando llegaban a las otras paradas de la línea amarilla apenas podían recoger pasajeros.
Por este motivo, Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha debido ampliar sobre la marcha el número de autobuses alternativos, que ha ido poniendo en servicio en los tramos medios del recorrido, ya que los vehículos dispuestos originalmente salían de las primeras paradas ya abarrotados de gente.
Visto el resultado de hoy en las horas punta de la mañana, TMB prevé ampliar el dispositivo de autobuses alternativos de cara a mañana, han informado fuentes de la empresa, que no niegan lo evidente y es que las colas de usuarios hoy se han producido tanto en La Pau como en Pep Ventura.
Una de las usuarias habituales de esta línea explicaba que un recorrido en el que normalmente emplea unos 40 minutos hoy se había alargado una hora y veinte minutos, debido al cambio del metro al autobús, mientras otro se quejaba de la gran cantidad de usuarios que había en los autobuses alternativos y en las estaciones.
El servicio de autobuses conecta cinco estaciones de metro de la L-2 en el extremo que va dirección a Badalona -Verneda, Artigues-Sant Adrià, Sant Roc, Gorg y Pep Ventura-, que estarán sin servicio desde hoy y hasta el próximo día 30 de agosto por obras.
Estas reformas consistirán en la restitución de la plataforma de hormigón sobre la vía del túnel y en la mejora del drenaje longitudinal y transversal.
Las obras en la L-2 se suman a las que ya padecen desde ayer los usuarios de la L-5 en los dos extremos de la línea, en dirección a L'Hospitalet y también hacia Horta, aunque en este tramo no ha habido incidentes.
En el corte en la L-5 hacia L'Hospitalet, sin embargo, que se inició el pasado lunes por la noche también por obras de mejora, los usuarios tienen dificultades a la hora de encontrar su trayecto ideal, ya que se deben combinar varios medios de transporte -metro, autobús y Cercanías de Renfe- y no es fácil dar con el más adecuado, a pesar de los informadores y los folletos que reparte TMB.
La línea L-1 del metro, por su parte, que no está afectada por obras en ninguna estación, está absorbiendo el flujo de usuarios afectados por las mejoras que realiza Renfe en las estaciones de Arc de Triomf y plaça Catalunya.
Así, TMB ha puesto 24 trenes en hora punta (de 07.00 a 09.30 y de 17.00 a 20.00 horas) para cubrir el vacío de los trenes de Cercanías, que se puede constatar en las estaciones de la L-1 de Fabra i Puig y Clot, donde las aglomeraciones también son importantes hasta el punto de que se recomienda por los altavoces a los usuarios que se repartan a lo largo de los andenes y no sólo en el inicio de los mismos.
Por el momento, TMB no ha recogido los datos de incremento del número de pasajeros que se ha producido en la L-1 del metro, pero prevé que son apreciables porque esta línea funciona a su máxima capacidad en hora punta, una excepción en esta época del año.
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