Huelva.- Más de 15.000 personas de toda España, la mayoría de etnia gitana, pertenecen a la Iglesia Evangélica, un credo que se refuerza ahora con la puesta en marcha de las primeras iglesias "mixtas", a las que ya acuden payos y gitanos juntos y funcionan en ciudades como La Línea de la Concepción (Cádiz).
En Huelva se ha celebrado un encuentro de iglesias evangélicas andaluzas en el que se ha puesto de manifiesto el "buen estado de salud" de un movimiento que tiene sus orígenes en el siglo XVIII, como destaca Lucas Suárez, uno de los "siervos de Dios" o predicadores de esta doctrina.
"Alabamos a Dios, y no sólo eso, sino que intentamos fomentar que se luche contra cosas como las drogas", señala Suárez a Efe justo antes de comenzar una de sus predicaciones en un teatro municipal de Lepe prácticamente lleno.
Para este pastor evangélico, la única clave de la religión que sigue es "alabar a Dios" y asegura: "no somos un secta, sino que pedimos que se lleve una vida mejor en la sociedad, que los matrimonios estén unidos, y quitar a la juventud de la calle".
Todo ello en un ambiente que invita, según sostiene, a que cualquier persona se acerque a sus cultos sin importar cuál es su religión, porque "Cristo dijo que las puertas están abiertas a todo el mundo, no hace falta que se sea católico".
El crecimiento de la Iglesia Evangélica va en aumento, y ya hay ciudades como Huelva que tienen hasta tres templos, mientras que el papel de las iglesias "mixtas" se refuerza con ejemplos como los de La Línea de la Concepción (Cádiz), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y San Juan de Aznalfarache (Sevilla).
"Nos mezclamos bien, y no tenemos ningún problema, y me gustaría que la gente viniese y vea que no existen payos ni gitanos, sino que sólo somos hijos de Dios que nos reunimos para alabarlo, y no existen las razas", explica el pastor evangélico.
La celebración de la convención de las iglesias evangélicas en el teatro de Lepe no tiene nada que ver con una misa católica convencional.
Los pastores se van sucediendo en el escenario, mientras un grupo flamenco con todos sus componentes entonan canciones con letras como "yo no sé a qué has venido tú, yo he venido a alabar a Dios", todo ello con la participación activa de los asistentes, que responden con un "aleluya" cada vez que el pastor pregunta "¿Quién quiere lanzar un aleluya a Dios?".
Todo ello en una religión que tiene la Biblia como punto de partida de su fe, así como los milagros de Jesús, su nacimiento virginal, su crucifixión y resurrección, así como su segunda venida, aunque hay una gran variedad de matices en este credo.
Y es que el propio término "evangélico" se refiere a cualquier cosa que implique la creencia de que Jesucristo es el salvador de la humanidad, y se utiliza para designar genéricamente a los cristianos protestantes y a sus iglesias, aunque al tener para algunos el término protestante cierto matiz peyorativo, se considera más oportuno el de evangélico.
Las celebraciones se suceden casi a diario en cada una de las iglesias de cada pueblo y ciudad, y aunque el número de participantes varía, la base siempre es la misma, con la alegría propia del pueblo gitano para reforzar los cultos religiosos, en los que participan desde los patriarcas de cada familia hasta los niños de corte edad.
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