Río de Janeiro.- La selección brasileña de voleibol masculino, que el domingo conquistó su octavo título de la Liga Mundial, regresó hoy al país y ya está pensando en el Campeonato Suramericano de agosto próximo en Colombia como su próximo paso en el nuevo ciclo olímpico para reconquistar su hegemonía mundial.
"Comenzamos bien, pero aún tenemos mucho qué avanzar. El camino es largo", afirmó el seleccionador brasileño, Bernardo Rezende "Bernardinho", en una rueda de prensa que el equipo concedió en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro pocos minutos después del desembarque.
Bernardinho aclaró que los campeones de la Liga Mundial tendrán pocos días de descanso debido a que el próximo domingo tendrán que concentrarse para la preparación para el Campeonato Suramericano de voleibol, que se disputará en Cali (Colombia) entre el 14 y el 21 de agosto.
Será el segundo torneo oficial de la nueva selección brasileña, que fue renovada el año pasado luego de que el equipo, hasta entonces hegemónico en el mundo, cayera en la final de la Liga Mundial y en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín.
El Suramericano, además, clasificará al campeón a la Copa de los Campeones de noviembre próximo en Japón.
Una nueva generación fue convocada este año para sustituir a un equipo que durante muchos años conquistó prácticamente todos los torneos que disputó y que llegó a ser simultáneamente campeón olímpico (Atenas'04), campeón mundial y seis años consecutivos campeón de la Liga Mundial.
El primer desafío del equipo renovado fue la Liga Mundial, cuyo título Brasil conquistó el domingo al imponerse en la final a Serbia por 3-2 en Belgrado.
El título le permitió a Brasil alcanzar los mismos ocho que tiene Italia en la Liga Mundial e igualarse al máximo vencedor.
El segundo desafío será el Campeonato Suramericano, en el que Brasil también es el gran favorito pero en el que no quiere sufrir ninguna sorpresa como la de hace cinco años, cuando fue dejado por fuera de la final de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo por Venezuela.
"La nueva generación merece una felicitación. El equipo está renovado pero sigue victorioso. Estoy seguro de que tendremos un voleibol de alto nivel técnico por otros 15 o 20 años", aseguró el presidente de la Confederación Brasileña de Voleibol, Ary Graça, al recibir a la selección en Río de Janeiro.
"Comenzamos a montar el espíritu colectivo en este nuevo grupo. Un espíritu vencedor. Pero necesitamos poner los pies en el suelo y admitir que tenemos mucho trabajo por la frente", dijo Bernardinho.
"El mayor problema que tuvimos en estos últimos años de trabajo de renovación fue la calidad y la eficacia de la generación anterior. Pero desde el primer partido tuve la seguridad de que este grupo puede luchar de igual a igual con cualquier otro. El título fortalece al grupo pero no puede generar ilusiones prematuras o excesivas", alertó.
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