Un ciclista en Sevilla a más de 40 grados

¿Cómo subirse a la bici en la ciudad ahora en verano que los termómetros pueden superar los 40 grados? Le pedimos consejo a dos expertos: un médico deportivo y a un sevillano que coge cada mañana su bicicleta para ir a trabajar.

"No pasa nada por coger la bici en esta época", nos asegura desde la calurosa capital andaluza Juanma Mellado,, secretario de la asociación ciclista Acontramano. "Sólo tienes que evitar salir a pedalear en las horas de más calor y salir preparado con agua; otro consejo es ir buscando la sombra mientras circulas en bici". De hecho, según Mellado, los árboles que tanto molestaban hace unos meses a los ciclistas sevillanos por obstaculizar los carriles bici, son ahora más que bienvenidos cuando el calor aprieta en esta ciudad. Y es que a comienzos de este verano, la Plataforma en Defensa de Sevici pedía al organismo Parques y Jardines de Sevilla la plantación de árboles para hacer los carriles bici más ‘fresquitos’. "Se necesitan arboledas con grandes copas que den sombra, como ocurre en zonas como la Calle Torneo y el tramo que hay entre Plaza de Armas hasta Barqueta", detalla.

Son pocos los kilómetros que tiene que recorrer Mellado hasta su casa (unos tres), pero el calor a esas horas es insoportable. "En Sevilla, moverse de un punto a otro en bici no te lleva más de media hora", cuenta este ciclista, quien asegura que se hace más esfuerzo al caminar que pedaleando a un ritmo tranquilo sobre el sillín. Eso sí, siempre hay que tener a mano una botella de agua. "Tenemos la suerte de que hay una gran cantidad de fuentes públicas repartidas por la ciudad donde poder rellenar las botellas de agua; y si no, otra opción es pararse de vez en cuando en un bar y refrescarse, podemos pedir un vaso de agua o pararnos a tomar una cerveza fresquita". Mellado también reconoce que a veces lleva una camiseta de repuesto en la mochila. "Es importante vestir con ropa transpirable y ligera, llevar una gorra, gafas de sol, protección...", añade este sevillano. En otros países también se las apañan para soportar el calor del verano mientras pedalean. Por ejemplo, los holandeses echan mano de bicis con capotas para protegerse de los rayos del sol.

Para el doctor Pedro Manonelles, secretario general de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE), "hay que evitar realizar actividad física en las horas de máxima insolación, sobre todo aquellas personas con más riesgo de sufrir un golpe de calor, como son los niños, los ancianos, los obesos y otras personas con patologías". Sin embargo, a veces no nos queda otro remedio que salir a la calle, por ejemplo, para ir a trabajar. Según Manonelles, circular en bici durante 30 minutos no tiene peligro, siempre que no se haga un gran esfuerzo físico. "Cuando se pedalea a un ritmo tranquilo, no suele haber problemas de deshidratación, no te da tiempo a sudar mucho. Es bueno, por ejemplo, tomar un par de vasos de agua antes de salir, y nunca está de más llevar una botella de agua encima para ir bebiendo según tengamos sed. El problema ya vendría cuando, bajo las altas temperaturas, superamos los 60 minutos de ejercicio físico: aquí ya comenzamos a perder algo más que agua con la sudoración, perdemos electrolitos (sales), sobre todo sodio", explica el doctor.

Este profesional de la medicina deportiva asegura que ir en bici a un ritmo tranquilo tiene otra ventaja: 'el efecto ventilador'. "Cuando un organismo está sometido a una gran temperatura, el cuerpo activa unos mecanismos de disipación del calor para evitar el aumento de temperatura en los órganos principales y el consiguiente golpe de calor. Por ejemplo, cuando un ciclista pedalea a un ritmo lento, la brisa que produce el movimiento evapora el sudor de la piel, enfriando así el cuerpo", detalla.

¿Se te ocurre alguna idea más para soportar el calor sobre las dos ruedas?