La misma banda sonora, los mismos actores y un gran respeto por la ambientación y el sentido del humor de la película de 1984 son las cartas de presentación de 'Los Cazafantasmas: el videojuego', una de las adaptaciones del cine a las consolas más interesantes que recordamos.
Hace poco comentábamos, a propósito de Terminator: Salvation, lo pobres que suelen resultar las versiones jugables de las películas, pero en este caso estamos ante un producto muy diferente. El videojuego de los Cazafantasmas no tiene nada que ver con esas insulsas versiones de películas igualmente mediocres. Se nota que este proyecto está pensando para contentar a sus seguidores, y de hecho ya es significativo que aparezca en su 25 aniversario. Y se nota que la película en la que se basa es una de las obras que marcó a toda una generación que, como yo, creció en los años 80.
La participación del elenco principal es una de las claves del buen resultado de esta adaptación. Harold Ramis, Bill Murray y Dan Aykroyd , aunque hay ausencias -de las dos principales, lamentamos más la de la impresionante Sigourney Weaver que la de Rick Moranis-, resultan fundamentales para hacer creíble el conjunto. De hecho, por defecto el juego aparece en inglés con subtítulos en castellano para poder oír las voces originales, aunque también es posible escucharlo doblado al castellano -en este caso por voces nuevas-.
Aunque cronológicamente es una continuación de la segunda película, buena parte del argumento y las situaciones están sacadas del film original, incluyendo un encuentro con Mister Marshmallow, que el doctor Stanz, el personaje que interpreta Dan Ayrkroyd, se apresura a aclarar que esta vez no ha sido él el causante de su aparición. Me cuesta creer que el guión que ha terminado siendo este juego iba a ser la tercera película de la saga, sobre todo porque se repiten muchas situaciones de la primera.
El sistema para atrapar a los fantasmas, increíblemente fiel al original, se basa en aturdir primero con rayos protónicos para luego llevarlos a la trampa, idéntica a la de la película. El problema es que la acción pronto vemos que es demasiado repetitiva. Primero, observar y analizar los espectros. Luego, aturdir. Por último, atrapar. Además, el extraño comportamiento de los compañeros manejados por la IA y el caos que producen todos los rayos disparándose al mismo tiempo convierten los momentos de acción en algo demasiado confuso.
El proyecto estuvo a punto de cancelarse cuando Activision rechazó distribuirlo, pero Atari compró la licencia. Finalmente Sony Computer Entertainment se hizo con esos derechos, de ahí que de momento sólo se haya publicado en sus consolas, aunque después del verano debería llegar a todas las plataformas.
Como homenaje funciona, pero dudo mucho que como juego interese a alguien que no conozca las películas. Cuenta con licencias como la canción original o las voces de los actores, reproduce perfectamente el cuartel general y el Ecto-1, pero no se atreve a ir más allá del tributo y a convertirse en una legítima tercera parte de los Cazafantasmas.
Título: Los cazafantasmas: el videojuego
Lanzamiento: PlayStation 3 (59,95, ya disponible), PlayStation 2 (29,95, ya disponible), posteriormente aparecerá en Xbox 360, Wii, DS, PSP y PC.
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