Santiago de Chile.- Los primeros resultados de la autopsia de los restos del cantautor chileno Víctor Jara, asesinado por militares en septiembre de 1973, días después del golpe militar de Augusto Pinochet, confirmaron que el cráneo presenta dos orificios de bala, informaron hoy fuentes vinculadas al caso.
El director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, confirmó a Efe que el martes pasado se reunió con el juez Juan Eduardo Fuentes, quien instruye la investigación de la muerte del folclorista, para entregarle el peritaje antropológico del cadáver del cantautor, cuyos restos fueron exhumados el 4 de junio.
Fuentes vinculadas al proceso informaron a Efe que el cráneo del autor de "Te recuerdo Amanda" tenía dos impactos de bala, aunque no se pudo determinar si se trata de un solo disparo con entrada y salida o si recibió dos descargas.
Los exámenes realizados a los restos de Jara revelaron también múltiples orificios de bala en los huesos de las extremidades y del tórax.
Estos impactos de proyectil en las piezas del torso, explicaron las citadas fuentes, podrían ser resultado de un eventual ametrallamiento, aunque los exámenes no pudieron determinar si se habría producido antes o después de su muerte.
Además, los expertos del Servicio Médico Legal constataron que algunos huesos estaban astillados, lo que podría atribuirse a los efectos de los balazos o a lesiones por golpes.
Actualmente, hay dos procesados por el crimen de Jara: el coronel retirado Mario Manríquez y el ex recluta José Paredes, señalado como autor material de los disparos y que se encuentra en libertad provisional.
Según una declaración de Paredes, de la que después se retractó, un oficial jugó primero a la ruleta rusa poniendo el cañón de su revólver contra la cabeza de Jara, hasta que el arma se disparó y, entonces, ordenó a los soldados que tirotearan al cantante y a otros prisioneros que había en el lugar en ese momento.
El golpe militar de Pinochet contra el presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, sorprendió a Víctor Jara en la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido junto a profesores y alumnos.
Desde allí lo llevaron al Estadio Chile, recinto que los militares utilizaron durante un tiempo como centro de detención, donde lo torturaron durante horas, le golpearon las manos hasta triturarle los dedos con la culata de un fusil y, finalmente, lo acribillaron con 44 disparos el día 16 de septiembre.
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