Bogotá.- Los Gobiernos de la ALBA redoblaron hoy sus reclamos para que Manuel Zelaya vuelva a la Presidencia de Honduras, algo a lo que el nuevo mandatario Roberto Micheletti sigue negándose en vísperas de una nueva ronda de diálogo en San José.
Los actos conmemorativos por el bicentenario del levantamiento de la ciudad de La Paz contra el dominio español sirvieron de escenario para mostrar la unidad de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) en defensa de Zelaya y en contra de los "gorilas", como llaman a los que le sacaron del poder y de Honduras el 28 de junio.
En La Paz se reunieron los presidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay) y Hugo Chávez (Venezuela), el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Jorge Sierra, y Patricia Rodas, canciller del Gobierno de Zelaya, quien incorporó a Honduras a la ALBA en 2008.
Correa anunció que el siguiente paso será solicitar a la Organización de Estados Americanos (OEA) que desconozca cualquier elección convocada por la administración de Micheletti.
"Hemos sugerido una nueva asamblea de la OEA para desconocer cualquier elección que se lleve a cabo por parte de un Gobierno de facto porque la estrategia de los golpistas es quemar tiempo para llegar a las elecciones de noviembre, lavarse la cara, cambiarse el vestido y decir 'aquí no pasó nada'", dijo Correa.
Chávez advirtió de una "cruenta guerra civil" en Honduras que podría desparramarse en Centroamérica y pidió a Estados Unidos retirar las tropas de ese país latinoamericano.
"La situación de Honduras tiende a complicarse. Se tensa más. Dios no lo quiera, pero podría terminar en una guerra civil que podría desparramarse por Centroamérica, que ya fue un volcán hasta hace muy poco tiempo y cuyas cenizas aún están vivas", afirmó.
En un nuevo artículo de su serie "Reflexiones", el líder cubano Fidel Castro también demandó hoy al gobernante de EE.UU., Barack Obama, que "cese su intervención" en Honduras y "deje de prestar apoyo militar a los golpistas".
Por su parte, Rodas, que llegó a La Paz en el mismo avión que Chávez, aseguró que si la "camarilla golpista" no entrega el Gobierno a Zelaya, el sábado se tomarán "medidas más agudas".
"En cualquier momento, el mundo entero verá cómo sembramos la bandera en cualquier lugar de Honduras, (Zelaya) va a ponerse al frente, como lo ha hecho hasta ahora, personalmente conduciendo la resistencia popular y ahora le toca (...) conducir el Gobierno", dijo Rodas.
El designado embajador de Honduras ante la Casa Blanca, Enrique Reina, también señaló hoy desde Washington que Zelaya anunciará medidas contra el Gobierno de facto, si no se llega a una solución tras las negociaciones del sábado en Costa Rica, y "retornará al país".
Preguntado por si podría tratarse de medidas militares, Reina contestó: "Probablemente no serán militares, sino con el apoyo de la gente".
Los representantes de Zelaya, incluida Rodas, y los de Micheletti están convocados el sábado para una segunda ronda del diálogo que se lleva a cabo en San José con la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias.
En una entrevista con la emisora local Radio Monumental, Arias señaló que entre sus propuestas para que Honduras salga de la crisis están la conformación de un Gobierno de reconciliación presidido por Manuel Zelaya y una amnistía política.
Arias subrayó que "no es una solución" la que este miércoles propuso Micheletti: renunciar y entregar el poder a alguien que no sea Zelaya.
"Hay un mandato de 34 Gobiernos de que la restauración del orden constitucional en Honduras pasa por la restitución del presidente José Manuel Zelaya", agregó en referencia a los miembros de la OEA, de la que Honduras fue suspendida después del golpe.
Fidel Castro descalificó hoy la mediación Arias, al señalar que "la idea de promover una gestión de paz a partir de Costa Rica surgió en las oficinas del Departamento de Estado (norteamericano), para contribuir a la consolidación del golpe militar".
Desde Managua el titular de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, y la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú criticaron el diálogo en Costa Rica.
D'Escoto dijo "nunca comenzó" porque Micheletti no "tuvo la valentía para enfrentarse" en esas conversaciones, mientras que la activista indígena guatemalteca indicó que la mediación no debió dejarse solo en manos de Arias, sino de todos los presidentes centroamericanos.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que se mostró "cautelosamente optimista" acerca de la próxima ronda de conversaciones en Costa Rica, afirmó que la condición de Micheletti para renunciar es "completamente inaceptable".
Por otro lado, Insulza atribuyó el llamamiento a la insurrección hecho el martes por Zelaya a los hondureños a su deseo de volver a Honduras.
Al respecto, Patricia Rodas señaló hoy en La Paz que "el presidente ya está caminando hacia Honduras" y tomará el poder "en la medida en que los criminales en contra de la democracia retrocedan".
En Honduras, las autoridades decretaron un nuevo toque de queda debido a las protestas convocadas para hoy y mañana por simpatizantes del depuesto mandatario.
La Policía de Honduras hizo hoy un llamamiento a los seguidores de Zelaya para que las protestas "sean pacíficas" y dijo tener informes de la presencia de extranjeros con intenciones de "crear un caos" mediante acciones violentas.
Hoy se realizó una nueva marcha, en la carretera entre Tegucigalpa y el norte del país, para exigir el regreso de Zelaya, y también hoy hubo cortes de carreteras en sectores de los departamentos caribeños de Colón, Cortés y Atlántida; Comayagua (centro), Yoro (norte) y Santa Bárbara (oeste).
El dirigente Rafael Alegría, del Frente Nacional de Resistencia Popular, que aseguró que "nadie quiere que haya un derramamiento de sangre", anunció que si el domingo no se alcanza un acuerdo sobre la crisis política, la próxima semana llamarán a un paro general.
Por su parte, el Gobierno de Micheletti informó que pidió la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por las "amenazas" y los "hechos violatorios" de los que acusa a Chávez.
Mientras en La Paz los presidentes Morales y Chávez responsabilizaron del golpe en Honduras a EE.UU., el primero al Comando Sur y el segundo al Departamento de Estado, en Washington representantes de los Gobiernos de EE.UU, México y Canadá abogaron por una solución "pacífica y negociada" a la crisis en Honduras.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, la canciller mexicana, Patricia Espinosa, y su homólogo canadiense, Lawrence Cannon, urgieron a otros países a "jugar un papel positivo" en el proceso y a abstenerse de cualquier acción que pudiera llevar a la violencia.
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