Sharm el Sheij (Egipto).- El líder libio, Muamar el Gadafi, criticó hoy duramente a las Naciones Unidas y a su Consejo de Seguridad, por su "falta de democracia", y calificó la Asamblea General de la ONU como una "reunión social".
En su intervención en la XV Cumbre de los Países No Alineados (Noal) en la localidad de Sharm el Sheij, Gadafi afirmó que "el Consejo de Seguridad es un monopolio que responde a las mayores potencias del mundo y esto es un peligro para la paz internacional".
Así, para hacer contrapeso a los cinco países con asiento permanente en el Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido), pidió la inclusión de un representante de la Unión Africana (UA) en esta cámara de toma de decisiones.
"La UA, con 52 países, debe tener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad. Presentaremos una solicitud en la ONU", proclamó.
"Latinoamérica, África y el Sudeste Asiático no tienen ninguna presencia (en el Consejo), solo en la Asamblea General, que no tiene ninguna función, por eso un asiento permanente para la UA es algo necesario e indiscutible", reivindicó.
En este contexto, comparó la ONU con el Movimiento de No Alineados: "Somos mayoría en la ONU, la ONU no es nada, su Asamblea General es un lugar de encuentro social aunque todas las naciones estén representadas".
Así, pidió que la NOAL cree su propio "Consejo de Seguridad y de Paz". "Deberíamos tener este Consejo y para su creación debemos constituir un grupo para analizar esta propuesta", propuso Gadafi.
"Podríamos resolver los problemas de forma democrática, con el espíritu del movimiento de NOAL de amistad y hermandad. Debemos analizar con profundidad" esta propuesta, insistió.
Abordó también el tema nuclear y admitió que los países no deben desarrollar esta tecnología para producir bombas. "Esto es muy peligroso", afirmó.
Pero cuando el desarrollo de la tecnología nuclear es para fines pacíficos, "los países tienen derecho", en clara referencia a Irán. "Si Irán quiere usar el uranio para la bomba pues estamos en contra, pero para fines pacíficos hay que dejarles", remachó.
Libia sorprendió al mundo en 2004 al reconocer que había suspendido su programa nuclear militar clandestino, que a continuación fue desmantelado bajo la supervisión del Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Hoy, al recordar esa etapa, Gadafi dijo que su país estuvo cerca de conseguir la bomba atómica, pero decidió echar marcha atrás porque "el mundo había cambiado".
"Miramos a nuestro alrededor y no encontramos un enemigo", añadió.
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