Madrid.- El etarra Xabier Zabalo ha reconocido hoy, en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Nacional contra Ismael Berasategui Escudero, que ambos integraban el "comando Behorburu" de ETA y que se dedicaron a preparar y colocar coches-bomba en distintas zonas de España a lo largo del año 2001.
Zabalo inculpaba así a Berasategui en los hechos por los que ha sido juzgado y por los que la fiscal Blanca Rodríguez pide una condena para el acusado, que se acogió a su derecho a no declarar, de 13 años de cárcel por tenencia ilícita de armas, depósito de explosivos y falsificación de documento oficial.
En su comparecencia como testigo ante el tribunal, presidido por el magistrado Ángel Hurtado, que le tuvo que hacer una advertencia al verle saludar a personas sentadas entre el público, Zabalo ha asegurado que el "comando" colocó "varios coches-bomba", pero dijo no recordar exactamente dónde.
Peor memoria ha tenido la tercera integrante del "Behorburu", Ainhoa Barbarin, quien en su declaración como testigo, ha insistido en que no se acordaba de "nada", lo que ha motivado que la fiscal haya pedido al tribunal que le deduzca testimonio por desobediencia, ya que todo testigo está obligado a decir la verdad.
Tras los etarras, han testificado el propietario del piso en el que el comando almacenaba los explosivos y el del local que alquilaron los terroristas para montar una empresa de lavado de vehículos como tapadera para la preparación de coches-bomba.
También han comparecido en el juicio los policías que han intervenido en la investigación de esta causa y uno de ellos ha explicado que el coche-bomba desactivado en el aeropuerto de Málaga en julio de 2001 les llevó a localizar el local utilizado como tapadera por los etarras.
Según las conclusiones de la fiscal, Berasategui y Zabalo constituyeron una empresa denominada "Zipistrin" en la localidad de Urretxu (Guipúzcoa), donde bajo apariencia de normalidad se dedicaban al lavado y limpieza de vehículos facilitando la cobertura necesaria para ocultar los vehículos robados, sustituir las matrículas y prepararlos como coches-bomba.
Posteriormente, Barbarín y Berasategui, se encargaban de trasladar los coches a la localidad elegida para cometer el atentado.
Así colocaron el coche bomba desactivado en el aeropuerto de Málaga; el que explosionó el 18 de agosto en las inmediaciones del hotel Cala Font de Salou (Tarragona); el colocado el 27 de agosto de agosto en el aparcamiento de Barajas, que explosionó mediante un dispositivo de retardo; o el que estalló el 1 de octubre en las inmediaciones de los juzgados de Vitoria.
Berasategui logró fugarse de la cárcel francesa de La Santé en agosto de 2002, gracias a la ayuda de su hermano, que le suplantó, pero cinco meses después de su fuga fue arrestado en Francia, junto a la presunta miembro del aparato logístico de ETA, Laurence Guimon.
En el registro de su domicilio fueron intervenidos 63,3 kilogramos de dinamita, varias pistolas con sus cargadores llenos, cartuchos, placas de matrículas falsas, un escáner, útiles para el robo de vehículos y montaje de coches bomba.
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