Carlos Armella dice que "uno tiene que pensar en sorprender al público"

Madrid.-  Con varios cortos y documentales en su currículum y embarcado en un largo de ficción, el realizador mexicano Carlos Armella tiene claro que quiere seguir probando todos los géneros cinematográficos, siempre con el objetivo de "sorprender al público".

"Cuando pienso en lo que quiero hacer, no me gusta entrar en convencionalismos", aseguró a Efe Armella, galardonado esta semana con el premio Casa de América al mejor corto iberoamericano por su trabajo "Tierra y Pan", que fue reconocido también en el pasado Festival de Venecia con el León de Oro "Corto Cortissimo".

El realizador presentará este viernes el cortometraje, premiado en el marco del certamen organizado anualmente por Versión Española y la Sociedad General de Autores de España (SGAE), en la Casa de América de Madrid.

"Tierra y Pan" es "una tragedia" que "habla de una temática de miseria y pobreza", aunque "no es una denuncia social", afirmó Armella, para quien "lo importante era comunicar una historia y varios sentimientos a través de ella".

Todo ello en un cortometraje de ocho minutos, que transcurre en el mismo espacio y "con un solo punto vista", con "un plano que se va abriendo y alejando", lo que permite conocer elementos nuevos de la historia.

"Era arriesgado porque la edición está prácticamente hecha en la cámara. Si en el momento de llegar al cuarto de edición, las escenas no pegaban unas con otras, estábamos perdidos, porque el corto no funcionaba. Desde la filmación sí hubo un riesgo de saber que si algo ocurría mal, no iba a poder solucionarse en edición", explicó.

Pero es que a Armella le interesa asumir riesgos en sus trabajos cinematográficos.

"Uno tiene que pensar en lo que quiere decir, pero también en sorprender al público, en darle algo distinto", consideró.

Y en ello está en su nuevo proyecto, un largometraje de ficción titulado "La suerte de Juan" que está basado en un guión suyo y que ha permanecido varios años guardado en "un cajón" hasta que el año pasado lo recuperó y volvió a creer en él.

"Es una tragedia que ocurre en el México rural. Es el viaje de un personaje a través del cual se va confrontando con su pasado, con los demonios de su pasado", explicó el realizador, que no escatima palabras de elogio para su colega y compatriota Alejandro González Iñárritu, a quien no duda en calificar de su "mentor".

"De él aprendí desde su manera de filmar, su tenacidad, su intensidad en el momento de estar dirigiendo... Eso desde que vi 'Amores Perros' en el cine", destacó.

Y es que, a su juicio, esa película fue "un parteaguas" en el cine mexicano "que demostró a los aspirantes a cineastas que no había límites para el cine mexicano, que podía ser conmovedor, podía golpear, podía provocar sentimientos que antes no estábamos acostumbrados a ver".

Tras ver su documental "Toro Negro", González Iñárritu le invitó a él y a Pedro González-Rubio a hacer el documental sobre la filmación de "Babel" y desde entonces han mantenido "una buena amistad".

"Obviamente, cuando terminé 'Tierra y Pan', hace casi un año, fue de las primeras personas a los que se lo mostré y con mucho gusto vi que él estaba impresionado", recordó Armella.