Acusado afirma que golpeó a su pareja con un martillo porque se puso nervioso

Granada.-  El hombre acusado de intentar matar a su pareja golpeándola con un martillo en la cabeza ha asegurado hoy ante el tribunal que lo juzga que la agredió porque se puso "muy nervioso" tras discutir con ella cuando se la encontró a la salida de la guardería a la que la mujer había llevado al hijo de ambos.

Durante la primera sesión del juicio, que se ha celebrado hoy con casi tres horas de retraso en la Audiencia de Granada debido a un error en la comunicación del traslado del acusado desde prisión, J.G.C. ha declarado que "todo ocurrió en pocos segundos" y que se percató de lo que había ocurrido "cuando ella ya estaba en el suelo".

Según el relato de hechos del fiscal, la agresión se produjo una vez rota la relación sentimental de la pareja, el 1 de octubre de 2007 sobre las 8.00 horas, cuando la mujer, que entonces tenía 26 años, coincidió con el acusado cuando acudió a una guardería de Fuente Vaqueros a dejar al hijo de ambos.

A la salida, intentó hablar con ella, pero la mujer se marchó en su vehículo, momento en el que el acusado inició una persecución en la que acabó embistiéndole por detrás cuando ella frenó para ceder el paso en un cruce.

La acusación pública detalla que ambos se bajaron de sus coches y, cuando ella acudió al suyo para rellenar el parte amistoso del seguro, él, con "evidente intención de causarle muerte y sabiendo que ella no podía defenderse por la posición en la que se encontraba y por lo sorpresivo de la acción" le golpeó por la espalda en la cabeza con un martillo de encofrador de 46 centímetros.

En su comparecencia, el acusado, que asegura tener problemas con las drogas y el alcohol por los que ha estado ingresado en un centro de desintoxicación, ha indicado que tras cometer los hechos se marchó del lugar "pensando que ella podía estar muerta" y así se lo comunicó a su padre, la primera persona a la que confesó la agresión antes de entregarse a la Guardia Civil.

Ha añadido además que la noche anterior al ataque "había estado de copas" y que llevaba el martillo en la parte delantera del vehículo porque la jornada anterior había estado cortando leña.

Además, ha reconocido que "es posible" que en el tiempo que mantuvo una relación sentimental con la víctima la insultara "cuando estaba bebido o drogado", pero ha negado haberle pegado.

Por su parte, la mujer ha manifestado que desde que decidió acabar definitivamente con la relación, en la que según ha indicado los malos tratos eran "habituales", el acusado la "vigilaba y perseguía" continuamente y que aunque "tenía mucho miedo" no lo denunció porque "nunca pensé que iba a hacerme algo así".

Esta versión ha sido corroborada en el juicio por los padres de la víctima, su hermana, su jefa, una compañera de trabajo y la dueña de la guardería, quienes han indicado haber presenciado alguna agresión directa del acusado a la víctima o las secuelas de éstas en varias ocasiones.

La Fiscalía solicita en sus conclusiones provisionales un total de 20 años de cárcel para el acusado por un delito de tentativa de asesinato, otro de violencia física y psíquica habitual y cuatro delitos de lesiones por otros tantos episodios de agresiones que la víctima sufrió desde 2005, mientras que la acusación particular eleva la petición a los 31 años de prisión.

La defensa, por su parte, entiende que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones por el que pide seis meses de prisión, al considerar como atenuantes el arrepentimiento y la confesión del acusado, así como su condición de adicto.

Está previsto que la segunda y última sesión de este juicio se celebre mañana en la Sección Segunda de la Audiencia, con la comparecencia de nuevos testigos y peritos.