París.- La economía brasileña caerá este año un 0,8%, según el informe semestral de perspectivas publicado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cifra peor que la anunciada hace tres meses.
En concreto, ese resultado representa una revisión a la baja de cinco décimas respecto a las previsiones que la propia OCDE publicó en marzo, cuando había pronosticado que el retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño este año sería del 0,3%.
Para 2010, sin embargo, la OCDE calcula que el PIB de Brasil se recuperará con solidez y crecerá un 4%, frente al 3,8% que pronosticó en marzo.
Los autores del informe publicado hoy precisan que la actividad económica en Brasil debería recuperarse tras la desaceleración registrada en el primer trimestre del año.
"La producción industrial se incrementa" y "la demanda interior va a retomar vigor en el segundo semestre de 2009", señala el texto de la OCDE consagrado al gigante sudamericano dentro del capítulo dedicado a las principales economías emergentes.
La política monetaria brasileña sigue estando "razonablemente" distendida y la presupuestaria ha sido "suavizada", según el informe, en el que se añade que "los objetivos a medio plazo han sido revisados a la baja" tras la exclusión de Petrobras de las cuentas públicas.
"Sobre la base de las previsiones actuales, no sería adecuado suavizar más la acción presupuestaria", de acuerdo con los expertos de la OCDE, que recuerdan que el PIB acusó en el primer trimestre de este año una nueva caída con respecto al último trimestre de 2008 debido, sobre todo, a la debilidad de la demanda de inversiones y a pesar del dinamismo del consumo privado.
La tasa de paro "parece estabilizarse", y la confianza de los consumidores y las ventas al detalle "resisten", mientras que la confianza de las empresas se mantiene "al alza".
Por lo que respecta al crecimiento de las exportaciones, se mantiene "débil" a causa de la ralentización económica que afecta a los principales socios comerciales de Brasil.
La OCDE añade que las medidas adoptadas el pasado septiembre para incrementar la liquidez "parecen dar sus frutos" y las condiciones del crédito interior presentan signos de mejora aunque siguen siendo restrictivas.
Por lo que se refiere a la inflación, las perspectivas mejoran, de acuerdo con el informe de la OCDE, que precisa que el real brasileño se ha apreciado mucho con respecto al dólar desde el pasado enero.
Como conclusión, la OCDE subraya que el entorno económico mundial permanece "incierto y particularmente incómodo" para Brasil y las demás economías emergentes.
Sin embargo, si se mantiene en los próximos meses una política de apoyo y de recuperación de la expansión del crédito, eso se podría traducir en una "reactivación más vigorosa que lo prevista de la actividad, posiblemente a partir de mediados de año".
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