MADRID.- La contracción de la economía española se moderó siete décimas en el tercer trimestre en tasa intertrimestral, al registrar una caída del 0,4%, la menos pronunciada desde que se inició el periodo recesivo, aunque descendió un 4,1% en tasa interanual, una décima menos que en el segundo trimestre, según el último boletín económico del Banco de España.
La entidad emisora explica que entre julio y septiembre se confirmó la tendencia de ralentización del ritmo de contracción de la actividad, en un entorno en el que prosiguió la "normalización de los mercados financieros" y en el que las condiciones macroeconómicas globales dieron "signos de estabilización".
Sin embargo, asegura que la evolución más favorable de la tasa intertrimestral del tercer trimestre está ligada, en parte, a las medidas públicas con efectos transitorios (como el Plan 2000E y el Fondo Local), aunque el PIB se moderó también en tasa interanual gracias al menor retroceso de la demanda nacional (-6,5%) y a la aportación positiva de la demanda exterior neta (2,7%).
Según el Banco de España, por el lado de la oferta, los indicadores más recientes apuntan a "cierta ralentización" del ritmo de disminución del producto en el tercer trimestre, así como a un menor retroceso en el empleo que, de acuerdo con las estimaciones realizadas, descendió un 7% en términos interanuales.
En concreto, en el tercer trimestre se prolongó la "debilidad" en el gasto en consumo final de los hogares, si bien los indicadores apuntan "de forma inequívoca" a una menor intensidad de la caída. A su parecer, la "persistente debilidad" del consumo se explica, sobre todo, por la incertidumbre derivada del "marcado deterioro" del mercado de trabajo, el impacto negativo de la destrucción de empleo sobre los salarios y por la restricción crediticia.
Según el Banco de España, estos elementos han prevalecido sobre otros cuya evolución está siendo "más favorable", como las bajas tasas de inflación, la moderación de los tipos de interés, el efecto positivo sobre la renta disponible de las transferencias netas de las administraciones públicas y el aumento de la riqueza disponible.
Así, la incertidumbre de los hogares sobre la evolución futura de sus rentas y del valor de su riqueza neta se tradujo en un "intenso" aumento de la tasa de ahorro, hasta el 17,5%, de su renta disponible, un máximo histórico.
EL AHORRO EMPEZARÁ A CAER
Sin embargo, según el Banco de España, a medio plazo la tasa de ahorro empezará a caer, aunque se mantendrá en niveles superiores a la media histórica. Para 2010, cree que el aumento del IVA a partir de julio podría provocar la anticipación de cierto volumen de gasto en el primer semestre del año, aunque será contrarrestado en la segunda parte del año por el efecto contrario.
Según el banco emisor, la inversión en equipo siguió cayendo "intensamente" entre julio y septiembre, aunque probablemente no experimentó ningún deterioro adicional en términos interanuales. Por su parte, la inversión en construcción, afirma se estabilizó en términos interanuales, aunque en cotas "muy negativas", gracias al repunte de la obra civil, cuya revitalización fue el resultado de la ejecución de proyectos ligados al Fondo de Inversión Local.
Sobre los intercambios con el exterior, el Banco de España asegura que la última información disponible apunta a que en el tercer trimestre la aportación positiva de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB habría continuado siendo elevada, aunque inferior a la del segundo trimestre y en línea con un contexto internacional menos desfavorable, que se refleja en el retorno a tasas positivas de crecimiento de los principales socios comerciales.
MEJORAN LAS EXPORTACIONES Y LAS IMPORTACIONES
Así, tanto las exportaciones como las importaciones continuaron registrando "notables retrocesos" interanuales, aunque frenaron sus ritmos de descenso y mejoraron sus tasas intertrimestrales, ya que las primeras pasaron a positivo, mientras que las segundas se estabilizaron tras meses de fuertes caídas.
Por otro lado, el valor añadido bruto del conjunto de la economía de mercado continuó siendo "muy elevado" en el tercer trimestre, aunque probablemente "menos acusado" que en el segundo. En concreto, continuó la caída del valor añadido de la industria, aunque a un ritmo "algo menor", mientras que en los servicios la caída fue "similar" a la registrada entre abril y junio.
Asimismo, la información disponible apunta a una "ralentización" en el ritmo de deterioro del empleo, aunque el ajuste del mercado de trabajo continúa recayendo exclusivamente sobre el empleo y no sobre los salarios, como ocurre en otros países. En este sentido, asegura que las remuneraciones por asalariado registraron una "pequeña ralentización", aunque continuaron expandiéndose a un ritmo "sustancialmente superior" al de los precios.
SE MODERA EL DETERIORO DE LOS INGRESOS
En cuanto a la actuación estatal, el Banco de España recuerda que el proyecto de Presupuestos de 2010 contempla unas previsiones de déficit más elevadas que las planteadas en junio, aunque destaca la moderación del deterioro de los ingresos en el tercer trimestre del año, algo que continuará en lo que queda del año, excepto en el IVA, donde la ralentización de la caída podría ser "transitoria".
En este sentido asegura que los Presupuestos confirman el compromiso con la estabilidad presupuestaria, pero no están exentos de riesgos, por los que su "estricto cumplimiento" requiere un seguimiento y control "riguroso" de las desviaciones de ingresos y gastos que se pudieran producir.
En cuanto al entorno exterior, la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez afirma que también comenzó a dar signos de mejoría en el tercer trimestre, mientras que las condiciones de financiación prosiguieron su trayectoria de normalización, aunque la incertidumbre sobre la secuencia y la intensidad de la recuperación continúa siendo "elevada".
PREOCUPACIÓN CRECIENTE POR "INGENTE APOYO PÚBLICO"
En este sentido, considera que los ajustes en los mercados de trabajo, el deterioro de las finanzas públicas y la tendencia al desapalancamiento del sector bancario son elementos que "pueden comprometer" la senda de recuperación, al tiempo que existe una preocupación "creciente" por los efectos a largo plazo del "ingente apoyo público".
En este sentido, cree que la prioridad es el restablecimiento del funcionamiento de los mercados y el mantenimiento de las políticas de estímulo, pero destaca la necesidad de identificar el momento para retirar las medidas sin "socavar" los logros conseguidos.
En este contexto, asegura que una apreciación del 10% del tipo de cambio efectivo nominal del euro puede suponer una disminución de la tasa de expansión de la actividad que oscila entre los 0,3 y 0,7 puntos porcentuales del PIB al cabo de un año, así como una reducción de la inflación de uno a cuatro puntos. Además, estima que la trasmisión total a la economía se complementaría en tres años dando lugar a una reducción del PIB de entre 0,7 y 1,3 puntos y de 1,3 o 1,6 puntos de precios.
Finalmente, el Banco de España hace también una estimación del coste de la crisis y asegura que se situará en torno al 10% en las economías avanzadas. Así, superaría los 11 puntos del PIB en Estados Unidos, mientras que para el área euro sería del 12,1%, para el Reino Unido del 10,5% y para Japón del 8,2%. Para las economías emergentes estima que el coste será "notablemente menor".
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