Vitoria.- El Departamento de Interior del Gobierno Vasco está elaborando un plan de actuación general para dar respuesta a las emergencias que puedan producir en la red de túneles de carretera y ferrocarril de Euskadi.
El proyecto se enmarca dentro de la normativa europea, estatal y foral que regula las normas de seguridad de la red de túneles de carretera y ferrocarril.
Euskadi, por su orografía, cuenta con un gran número túneles de carretera, muchos de los cuales superan los 500 metros de longitud.
La AP-1, por ejemplo, que enlaza Eibar con Vitoria, cuenta con trece túneles, nueve de los cuales superan el medio kilómetro, destacando el túnel de Isuskitza de 3.415 metros.
Esta misma semana entra servicio el nuevo trazado de la N-121A que une Guipúzcoa con la Comunidad Foral de Navarra, y que incluye dos pasos subterráneos de 170 y 490 metros.
La red de túneles se incrementará de forma notable con la futura puesta en marcha del Tren de Alta Velocidad, que contará con 104 kilómetros, un sesenta por ciento de su recorrido, de pasos subterráneos.
La intención del Departamento de Interior es implantar Planes de Actuación específicos para cada túnel y potenciar la formación de los Servicios de Emergencias, Bomberos, Ertzaintza, Osakidetza y otros, de forma que todos ellos tengan planificada su respuesta con el personal y los medios necesarios, así como su coordinación con los centros SOS Deiak.
Interior ha recordado hoy en un comunicado que en la respuesta a las emergencias que tienen lugar en túneles las comunicaciones juegan un papel "crítico y fundamental", por lo que continuará con la instalación de sistemas que garanticen las comunicaciones de radio a lo largo de toda la red de túneles, tal y como se ha ido implementando en diferentes infraestructuras subterráneas como Metro Bilbao.
El Departamento de Interior desarrollará dentro de sus campañas de difusión de normas de autoprotección a la población, programas específicos de consejos y pautas de actuación frente a situaciones de emergencia en túneles.
La norma europea sobre túneles fue diseñada a raíz del grave siniestro ocurrido en marzo de 1999 en el túnel del Mont Blanc de doce kilómetros de longitud y situado en la frontera franco italiana.
En el accidente, en el que fallecieron 39 personas, se constataron que las principales dificultades de los servicios de emergencia en este tipo de siniestros son las altas temperaturas, la baja visibilidad o el ambiente no respirable.
Dentro de los habituales programas de formación especializada, Interior ya organizó el año pasado un curso para sesenta bomberos del País Vasco en técnicas especiales de actuación ante incendios en túneles y en estructuras colapsadas.
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