Grael: "Vuelves cansado a casa, pero al día siguiente ya quieres competir"

Redacción deportes.-  El bicampeón olímpico brasileño Torben Grael, patrón del 'Ericsson 4' sueco y vencedor de la Volvo Ocean Race -Vuelta al Mundo con escalas- a falta de una etapa, ha señalado hoy en declaraciones a EFE que "un regatista no sabe cuando va a dejar de navegar. Uno llega cansado a casa después de una vuelta al mundo y al día siguiente ya quiere volver a competir".

El próximo 22 de julio cumplirá 50 años y es uno de los regatistas de más prestigio mundial. En Brasil es un ídolo nacional, superando incluso a los futbolistas. No es un gran aficionado al fútbol. aunque es seguidor del Fluminese de Río de Janeiro. Su otra pasión es el tenis y se declara seguidor incondicional de Rafa Nadal.

Es el regatista con mayor número de medallas olímpicas en la historia de la vela, con un total de cinco, aunque el sueco Paul Bert Elvstrom tiene cuatro de oro.

Es poseedor de dos medallas de Oro (en clase 'Star' en Atenas 2004 y Atlanta 1996), una de Plata (en clase Soling en Los Angeles 1984) y dos de Bronce (en la clase Star en Seúl 1988 y Sydney 2000).

Su llegada al equipo Ericsson llegó en octubre de 2007 y expica al respecto que "Cuando me llamaron para incorporarme a la Vuelta al Mundo estaba negociando con el 'Desafío Español' ante la 33a Copa América de Valencia. Después todo se vino abajo en la Copa y para la Vuelta al Mundo fue bueno, pero muy malo para la toda la vela".

Reconoce que "fue la decisión que más me ha costado tomar en mi vida, pero a la vez fue fácil porque después de participar en seis olimpiadas, es como si fuesen una parte más de tu vida, pero después de Atenas era necesario hacer las cosas bien",

Lo ha ganado todo en la vela menos la Copa América. Reconoce que "no me obsesiona, pero es la competición más importante de la náutica y que todo deportista quiere ganar. He participado ya en tres ediciones y para lograrlo debes formar parte de un gran sindicato; si no estoy en un equipo poderoso me plantearé el ir o no a ella".

Difiere de los que dicen que su triunfo en esta edición ha sido un paseo porque "eso no es cierto. El equipo 'Telefónica' nos puso las cosas siempre muy complicadas, con unas tripulaciones extraordinarias y un barco muy rápido como era el 'Azul'. Sufrieron alguna distracción en algunos momentos y les costó muy caro o cambiar los timones en Qingdao (fueron penalizados con tres puntos). Fue una decisión acertada, pero quizás debían haberla tomado antes".

"Nunca me ví ganador hasta que cruzamos la meta de Sandhamm (Estocolmo) y no quise tampoco que en mi tripulación se desatase la euforia porque si nos llega a pasar algo como lo que le pasó al 'Telefónica Azul' en Marstrand todo se hubiese ido abajo. Siempre quise que el objetivo se fuese logrado poco a poco", puntualiza.

"Será difícil que vuelva a unos Juegos Olímpicos y quiero participar en una Copa América, pero me gustaría hacerlo en un sindicato con garantías de luchar en ella para ganarla. Ya veremos que pasa".

En Brasil siempre tenemos regatistas que despuntan, pero nos faltan patrocinadores y más apoyo del gobierno de nuestro país. No puede ser que Joao Signorini o Andre Fonseca, que está en el 'Delta Lloyd' en esta vuelta al mundo, tengan que dejar su preparación para ganar algo de dinero para continuarla".