Las Veguillas (Salamanca).- Más de 9.000 personas, procedentes de diversos lugares de España se han congregado hoy en la pequeña localidad salmantina de Las Veguillas para participar en la romería y los actos en honor del Cristo de Cabrera, en una tradición que hunde sus raíces en el siglo XVII.
Una peregrinación, a pie y en automóviles, que comenzó ayer y que ha continuado toda la noche y durante la presente jornada, para besar los pies de la talla del cristo más venerado de la provincia de Salamanca.
Según las primeras evaluaciones de la Guardia Civil, más de 9.000 personas se concentrarán durante el día de hoy en la finca y los aledaños de la ermita de Las Veguillas para venerar al Cristo de Cabrera.
Los caminos de los alrededores del pueblo han sido toda la noche un continúo trasiego de peregrinos que, como cada año, eligieron hacer el camino a pie, principalmente desde la capital salmantina y los municipios de la provincia.
Como cada 18 de junio, la festividad del Cristo de Cabrera congrega junto a la pequeña ermita, situada a unos 35 kilómetros de Salamanca, a miles de devotos entorno a la figura del Cristo de Cabrera, que es custodiado durante todo el año por las carmelitas descalzas del convento que anexo al templo.
En la actualidad, existen numerosas cofradías del cristo repartidas por todo el país y cuyos miembros viajan con asiduidad hasta Las Veguillas para mostrar su fervor.
Así lo atestiguan los libros de la Hermandad en los que hay registrados cofradías del norte de España, de Extremadura, de Andalucía y de las islas, principalmente de Mallorca.
Además de las personas que han acudido hoy a la fiesta del Cristo, desde el pasado fin de semana han besado los pies de la imagen más de un millar, ya que como han indicado los responsables de la organización, "hay muchos fieles que no pueden venir un día de diario y suelen acudir en domingo anterior o el posterior".
La imagen del Cristo de Cabrera, de estilo románico, despierta una gran devoción popular, ya que a ella se le atribuyen numerosas gracias e incluso curaciones de enfermedades crónicas.
A lo largo de la jornada, se han ido sucediendo las celebraciones religiosas, para dar servicio a todos los peregrinos, aunque la eucaristía central se ha desarrollado al mediodía.
Después de cada misa los fieles desfilan por delante de la imagen, que fue sacada de la ermita, para besarle los pies, en un acto que se ha convertido ya en una tradición.
La devoción al Cristo de Cabrera nació entre los vecinos de la Sierra de Francia de Salamanca, y sus estribaciones, en el siglo XVI, y fue extendiéndose al resto de la provincia comenzando a celebrarse la romería un siglo más tarde.
La fiesta fue afianzándose al mismo ritmo que se le atribuían favores a la imagen con sus devotos, hasta convertirse hoy en la principal cita religiosa de esta provincia.
Además de asistir a las eucaristías, un porcentaje elevado de los asistentes aprovechan el viaje para disfrutar del campo y los alrededores de la ermita en lo que se ha convertido en una jornada de ocio.
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