Esta semana debatimos '¿Hacemos una porno?', según Volpini, la amenaza falsamente transgresora de un impresionante pastelazo. Según Etxea, una refrescante comedia veraniega. Tú eliges quién te convence más.
Vaya pregunta para ir de románticos. De eso van, aunque no se atreven a reconocerlo, Zack y Miri. De románticos y económicamente desahuciados hasta el punto de quedarse sin ducha y calorcito. Y eso que las navidades están en casa del vecino y en la calle. De sus cuerpos erectos tendrán que sacar el confort que les niega la factura de la luz, el gas y hasta el casero.
¿Quién no se acuerda de la frescura de 'Clerks', aquella comedia con la que Kevin Smith nos hizo reír por primera vez hace casi veinte años? Los personajes de '¿Hacemos una porno?' tienen unos años más, pero han madurado menos de lo que cabría esperar. Lejos de echarnos para atrás, ese desfase entre edad y sentido común es un aliciente para disfrute de los potenciales espectadores de esta producción ¿independiente? americana.
Zack, gordito y entrañable Seth Rogen, Miri, encantadora Elizabeth Banks. Más que prometedor el elenco, si a los protagonistas añadimos un reparto, yo diría que patético, para rodar una porno-cutre con la sana intención de sacarse las castañas del fuego. ¡Qué más queremos! Una historia de amor divertida, casi nada pornográfica eso sí, que llega como un refresco de verano a una cartelera con poca miel y menos risas.
Valoración: 7/10
Kevin Smith: 'Clerks', 'Mallrats' después (paréntesis: véase filmografia) y ahora ésta, en progresiva regresión, vuelve al colegio.
Los Estados Unidos prolongan la adolescencia indefinidamente. Les viene del hecho fundacional: el país más nuevo —ya no es verdad, pero sí sigue siendo el más exitoso de los países nuevos—, de esa ingenuidad que quieren enfrentar a la vieja y resabiada Europa y, sobre todo, les viene de que resulta más cómodo un país adolescente, cuya ira y cuya rebeldía son fáciles de canalizar, que un país adulto. Los "hippies", por ejemplo, pensaban cambiar el mundo en su renuncia a hacer algo con él y ¡caramba!: hasta cierto punto lo cambiaron, así que vaya usted a saber.
'Zack y Miri se montan una porno'. Veamos su antecedente más cercano: 'Full Monty'. Grupo de personas que, agobiados sus componentes por la situación económica, encuentran una salida "creativa".
Pasamos de un medio obrero amenazado por el paro a un universo de ex colegiales marginados por sus méritos propios. Zack y Miri comparten apartamento. No son pareja: "Cool!". Zack, además, es grueso, desaliñado, aficionado al gesto obsceno y un desastre. Miri (la reciente novia de 'Los extraños' —'Uninvited'—: ¡mira por dónde sale!) es guapa, simple en sus pulsiones como una mata de habas, resuelta y de buen corazón. Tenemos, también, a Craig Robinson (Delaney) el compañero negro; Traci Lords (Bubbles) —'Cry Baby' fue, creo, su más famosa primera salida del armario—; el 'freak' habitual, Jason Mewes (Jay, que ahora se llama Lester); y algún otro comparsa. La mezcla multiétnica y de tipos.
En las dos, 'Full Monty' y '¿Hacemos una porno?', hay una exhibición, en las dos la exhibición está relacionada con el sexo y en las dos la experiencia revela a sus protagonistas posibilidades que no preveían (Delaney, en su sonrojante alegato final). Aquí acaban las coincidencias. Infantilmente escatológica, convencional de veras, '¿Hacemos una porno?' es eso: es una porno.
Valoración: 2/10
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