Madrid.- El Instituto Cervantes ha impartido en los dos últimos años veinticinco cursos de euskera a los que han asistido un centenar de alumnos, según los datos facilitados hoy por la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado.
En ese mismo periodo de tiempo, el Cervantes ha contado, en sus diferentes centros, con 900 alumnos de catalán, cien de gallego y 172.000 de castellano, lo que en opinión de los senadores nacionalistas son unas cifras "escandalosas".
"No sentimos que el Instituto Cervantes promueva y difunda las lenguas cooficiales", aseguró Iñaki Anasagasti, portavoz del grupo de Senadores Nacionalistas Vascos, tras intervenir Caffarel en la citada Comisión para hacer balance de su gestión y exponer las actuaciones previstas para el futuro.
Caffarel dijo que la enseñanza de las lenguas cooficiales de España y la difusión de las culturas correspondientes "será una preocupación permanente" del Cervantes, que imparte clases en esos idiomas gracias a los convenios que ha suscrito con las instituciones lingüísticas de cada comunidad.
La directora no dio cifras de matrículas en esas lenguas durante su primera intervención, pero luego sí las facilitó: en los dos últimos años, el Cervantes ha contado con 150 cursos de catalán y 900 alumnos; 25 cursos de euskera a los que han asistido cien alumnos, y una decena de cursos en gallego que han interesado a otros cien alumnos.
Antes de conocer estas cifras, tanto Anasagasti como Miquel Bofill, del Grupo de la Entesa, criticaron al Cervantes por los escasos recursos que destina a la enseñanza de las lenguas cooficiales, frente a los dedicados al español.
"Siempre se dice que el castellano goza de una magnífica salud, pero los hermanos enfermos son el catalán, el gallego y el euskera", aseguró Anasagasti, quien felicitó a Caffarel por lo que el Cervantes "está haciendo con el castellano", pero no con las otras lenguas.
Bofill cree que la diversidad lingüística y cultural "es crucial para España" y, sin embargo, las cifras de alumnos matriculados en catalán en los centros del Cervantes "son escandalosas".
De los 46 millones de habitantes que tiene España, diez hablan catalán (un 21 por ciento), y esta lengua, según Bofill, es la séptima de la Unión Europea.
Pero "el Estado dedica 335 millones de euros a la proyección cultural exterior y no hay ninguna partida destinada específicamente a la cultura y la lengua catalanas", señaló el senador de Entesa, quien también se quejó de que las clases de catalán que se imparten en los centros del Cervantes las paga en realidad el Instituto Ramon Llull.
Carmen Caffarel afirmó que la presencia de la lengua y cultura catalana en los centros del Cervantes "es proporcional al número de hablantes", como se puede comprobar en la programación del Instituto.
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