Brasilia.- La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, presidió hoy la firma de un convenio de colaboración con Brasil para fomentar la enseñanza del español en este país, y agradeció la decidida colaboración del Ejecutivo de Luis Inácio Lula da Silva en ese objetivo.
Fernández de la Vega empezó en el Instituto de Cervantes de Brasilia la agenda oficial de su visita al país sudamericano y lo hizo con un acto en el que este centro y el Ministerio de Educación brasileño se comprometen a estudiar formas de colaboración para promover la enseñanza del español en Brasil.
La vicepresidenta hizo hincapié en que Brasil es un país pujante y en alza que alcanzará los 230 millones de personas que, por decisión propia y gracias al compromiso del Gobierno brasileño, tendrán más facilidades para enriquecerse con "el rico patrimonio" del español.
Se refirió de esta forma al hecho de que desde julio de 2005 la enseñanza del español se está implantando en todo el sistema de enseñanza secundaria y el Gobierno brasileño ha decidido extenderla también a la enseñanza primaria.
Una medida que va a permitir a los más de 50 millones de estudiantes y los miles de profesores que ya imparten español en Brasil contar con más medios, más recursos y más posibilidades.
"Brasil y los brasileños quieren acercarse a España y España quiere estar más cerca de Brasil. Y lo está -puntualizó- más cerca que nunca porque en los últimos diez años no hemos dejado de aumentar la presencia de los centros del Instituto Cervantes en el país".
De hecho, recordó que Brasil es el país en el que más centros hay -nueve-, y destacó la importancia creciente que van a tener las nuevas tecnologías en la enseñanza del español.
El acuerdo suscrito hoy supone abrir una vez más las puertas al nuevo mundo, "un mundo con acento portugués y español, con ese acento 'portuñol' que circula por las arterias del corazón iberoamericano que compartimos", dijo la vicepresidenta.
Fernández de la Vega recordó que más de 600 millones de personas hablan el español o el portugués, idiomas que consideró se han convertido hoy en sinónimo de prosperidad.
Tras recordar que el valor económico del castellano se calcula en más de 15.000 millones de euros y supone alrededor del 15 por ciento del Producto Interior Bruto español, precisó que esas cifras se quedan muy cortas en cuanto a la auténtica riqueza que supone la lengua.
El ministro de Educación brasileño, Fernando Haadad, defendió la lengua como vehículo de integración de los países iberoamericanos y reafirmó la apuesta del Gobierno de Lula con la enseñanza del español.
Se refirió a la importancia de las nuevas tecnologías para seguir avanzando en el conocimiento de la lengua de Cervantes.
La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, agradeció ese apoyo y coincidió con Haadad en el potencial que aún tienen las nuevas tecnologías para la enseñanza de idiomas.
El acuerdo firmado hoy establece que el Instituto Cervantes aportará su experiencia para la formación de profesores a distancia, a través de internet, y colaborará así con las ambiciosas metas de una legislación promulgada en 2005 en Brasil.
Esa ley impone la obligatoriedad de la enseñanza del español en todas las escuelas del país a partir del año próximo siempre que haya demanda por parte de los alumnos.
El impulso que le dio a esa legislación le valió a Lula el Premio Don Quijote de la Mancha, que el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Fundación Santillana le concedieron en 2008 y recibió de manos del rey Juan Carlos en una ceremonia en Toledo en octubre pasado.
El Ministerio de Educación brasileño calcula que para atender las obligaciones que impone la ley se necesitarán unos 26.000 profesores de español, y actualmente el país sólo cuenta con 12.000.
En la formación de los 14.000 educadores que faltan, tienen firme participación la Embajada de España y otras organizaciones que, como el Instituto Cervantes, han puesto a Brasil en el foco de sus objetivos culturales.
El Instituto Cervantes inició sus operaciones en Brasil en julio de 1998, cuando inauguró su primer centro en São Paulo.
En septiembre de 2001 implantó su núcleo de Río de Janeiro y desde entonces su expansión se ha acelerado.
En julio de 2007, el príncipe Felipe encabezó desde Brasilia un acto en el que fueron inauguradas simultáneamente las nuevas sedes del Instituto Cervantes en la capital del país y en las ciudades de Salvador, Curitiba y Porto Alegre.
Posteriormente comenzaron a funcionar los centros de Recife, Belo Horizonte y Florianópolis, con lo que el Instituto Cervantes pasó a tener nueve centros en Brasil.
El Instituto Cervantes, que actualmente tiene unos 6.000 alumnos en sus nueve centros en Brasil, ha otorgado desde que se instaló en el país casi 27.000 diplomas de Español como Lengua Extranjera.
El español es, después del inglés, la segunda lengua más hablada en el mundo y se calcula que es utilizada por más de 400 millones de personas.
Además del Instituto Cervantes y la oferta que impone la ley en las escuelas, hay en Brasil unos 2.700 centros privados de enseñanza de español, y unas cincuenta universidades, treinta de ellas públicas, ofrecen licenciaturas en esta lengua.
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