Alta participación en las presidenciales de Irán

MADRID.-  Las elecciones presidenciales que se celebraron este viernes en Irán han suscitado tanto interés que la Comisión Electoral se vio obligada a ampliar la apertura de los colegios electorales cuatro horas más debido a la gran afluencia de electores.

Entretanto, aliados del presidente, Mahmud Ahmadineyad, y de su principal rival, el reformista Mir Hosein Musavi, aseguraron que su candidato tenía ventaja sobre el contrario en la votación, de acuerdo con los sondeos a pie de urna que están realizando.

Aunque inicialmente estaba previsto que los colegios electorales cerraran sus puertas a las 18:00 horas, tras sucesivas ampliaciones de la jornada de votación el cierre se produjo a las 22:00 horas (19:30, hora peninsular española), según informó la televisión estatal.

"La participación electoral no tiene precedentes", aseguró a los medios de comunicación el jefe de la Comisión Electoral Central, Kamran Daneshjoo. Las autoridades esperan una participación por encima del 70 por ciento, próxima al récord de casi el 80 por ciento alcanzado cuando el reformista Mohamad Jatamí fue elegido en 1997.

Al parecer, las autoridades se han visto sobrepasadas por las largas colas que habían formado los electores incluso antes de la apertura de los colegios, afirmó la agencia de noticias Fars, que añadió que muchos iraníes se estaban quejando de las largas esperas, que en algunos casos se prolongaban hasta dos horas.

Previsiblemente, el recuento de los votos comience apenas unas horas después del fin de la votación y los resultados definitivos se publicarán 24 horas después. Las elecciones de este año han generado una gran expectación y muchos sondeos apuntan a la posibilidad de una segunda vuelta entre Ahmadineyad y el ex primer ministro Musavi, que se celebraría el 19 de junio en caso de que ninguno obtenga el 50 por ciento de los votos.

CONFUSOS SONDEOS A PIE DE URNA

El dato de la alta participación podría indicar que se han animado a votar muchos de los electores reformistas que se quedaron en sus casas cuando Ahmadineyad ganó los comicios de hace cuatro años con la promesa de resucitar los valores de la Revolución Islámica de 1979.

Sin embargo, de momento no se puede saber quién va a la cabeza, ya que cada parte difunde encuestas a pie de urna con resultados favorables a su candidato. Un representante del presidente iraní afirmó que Ahmadineyad está siendo el candidato más votado, contradiciendo así las declaraciones de un aliado de Musavi que decía horas antes que, según sus sondeos, éste había conseguido entre el 58 y el 60 por ciento de las papeletas depositadas hasta ese momento.

"Sobre la base de la evaluación de la posición de Ahmadineyad, él va a la cabeza (...), con el 60 por ciento de los votos, y estamos seguros de que la votación concluirá en la primera ronda a su favor", destacó Alí Asghar Zarei, representante del presidente en un organismo de supervisión electoral.

Estas declaraciones de Asghar Zarei llaman la atención ya que cuando el aliado de Musavi pronosticó la posible victoria del candidato reformista, un asesor de Ahmadineyad, Alí Akbar Javanfekr, lo criticó y señaló que no se puede predecir el resultado de los comicios. "Esto es una guerra psicológica que han lanzado para influir en la votación", denunció.

POSIBLES INFRACCIONES DE LA LEY

Musavi, por su parte, también manifestó sus quejas al asegurar que se estaba impidiendo el acceso de algunos de sus observadores a los colegios electorales. "En estos momentos se está impidiendo la presencia de algunos de nuestros representantes en los colegios electorales y no nos están permitiendo supervisar las votaciones", declaró Musavi a la agencia de noticias ILNA. "Esperamos que las autoridades solucionen este problema lo antes posible", agregó.

Los candidatos enfrentados a Ahmadineyad, entre ellos el clérigo reformista Mehdi Karubi y el antiguo jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezaie, han pedido al Ministerio del Interior y al líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, que garanticen la legalidad de las elecciones.

Según Karubi, a los tres oponentes de Ahmadineyad les preocupa la falta de papeletas, el cierre de siete páginas web reformistas y el bloqueo del envío de SMS. Sin embargo, Ahmadineyad ha descartado cualquier posibilidad de fraude y el Ministerio del Interior ha asegurado que los observadores de los candidatos tendrán pleno derecho a permanecer en todos y cada uno de los 45.000 colegios electorales del país.

EXPECTACIÓN INTERNACIONAL

Los comicios presidenciales iraníes han generado una gran expectación en todo el mundo, ya que muchos países esperan un cambio en la actitud de Teherán respecto a la comunidad internacional, mientras que a nivel nacional los iraníes lo ven como un referéndum sobre la gestión económica del Gobierno de Ahmadineyad.

No obstante, el resultado de las elecciones no se traducirá en un gran cambio en la política exterior de Teherán, ya que ésta la determina el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y el ministro de Asuntos Exteriores, Manuchehr Mottaki, lo recordó al depositar su voto.

Mottaki explicó que la política exterior iraní se basa en la Constitución y, por lo tanto, no sufre modificaciones aunque cambie el gobierno. En este sentido, el ministro dijo que el Plan de Perspectivas de 20 Años prioriza el refuerzo de las relaciones de Irán con los países en vías de desarrollo y con el mundo musulmán.

Aun así, los analistas internacionales creen que en caso de que los iraníes eligiesen a Musavi como presidente, éste adoptaría un enfoque distinto al de Ahmadineyad respecto a las relaciones con Estados Unidos y el programa nuclear iraní pese a que el candidato reformista tampoco está a favor de que su país detenga el proceso de enriquecimiento de uranio, como piden varios países que temen que sea un medio para fabricar armas nucleares.