Madrid.- El fiscal ha pedido hoy entre 12 y 30 años de cárcel para Garikoitz Etxebarria, Asier Larrinaga y Aritz Arginzoniz por su supuesta pertenencia al comando de ETA relacionado con los zulos de Amorebieta y Atxondo (Vizcaya), en los que se hallaron casi 250 kilos de explosivos en diciembre de 2006.
El representante del ministerio público imputa a los tres acusados los delitos de pertenencia a banda armada, tenencia y depósito de explosivos y falsificación de matrícula, por los que pide una pena de 24 años y medio de prisión, que se reducen a 12 en el caso de Arginzoniz porque ya ha sido condenado por pertenencia al grupo terrorista el pasado febrero y cumple actualmente condena.
En cuanto a Etxeberria, a la petición se suman otros seis años por falsificación de documento oficial y tenencia ilícita de armas.
Durante la vista oral que ha comenzado esta mañana en la Audiencia Nacional, Etxeberria ha admitido ser miembro del comando de ETA responsable de los zulos, mientras que Larrinaga y Arginzoniz han declarado que sólo colaboraron con él en pequeñas tareas, compras y desplazamientos, sin saber cuál era su fin.
Larrinaga ha negado además ser miembro de la banda terrorista, asegurando que su único contacto con ésta consistió en prestar a Etxeberria su coche en varias ocasiones, aunque sí ha admitido que cuando la Policía descubrió los zulos huyó con éste a Francia, donde fueron detenidos en enero de 2007.
Por su parte, Arginzoniz ha admitido que desde noviembre de 2006 alojó en su casa a Etxeberria, así como a Saoia Sánchez, una cuarta miembro del comando que se encuentra en prisión en Francia desde que fue detenida en diciembre de 2007 tras el atentado que costó la vida a dos guardias civiles en la localidad gala de Capbreton.
Según el escrito del fiscal, el 23 de diciembre de 2006 la Ertzaintza localizó en una zona boscosa de Amorebieta un escondite en el que se encontraron sustancias y materiales para confeccionar artefactos explosivos y algunos ya preparados.
Al día siguiente, el padre de Larrinaga denunció la desaparición de su hijo, cuyo nombre había aparecido anteriormente en la agenda de otro etarra -Urtzi Gainza- detenido en Francia en 2005; y el 4 de enero de 2007 fue encontrado cerca de Atxondo el vehículo de Larrinaga.
En el maletero del coche se encontraron matrículas falsas, una mochila que había sido comprada por el también acusado Arginzoniz y varias garrafas de gasóleo y gasolina, y también aparecieron las huellas dactilares del tercer acusado, Garikoitz Etxeberria, que se encontraba huido desde noviembre de 2004.
Cerca del vehículo, la Ertzaintza encontró una mochila con otros 60 kilos de diferentes explosivos y un bidón con casi cien kilos de explosivos, ya preparado de forma que podría haber sido utilizado de forma inmediata en un coche bomba.
La tapa de ese bidón fue hallada en el zulo de Amorebieta, según han confirmado hoy varios peritos en su declaración, lo que hizo que se pusiera en relación ambos zulos y los tres acusados, de los que las fuerzas de seguridad encontraron escondidos en los alrededores enseres personales y documentación.
El material encontrado en Amorebieta y Atxondo era suficiente para realizar atentados de grandes dimensiones, con diferentes métodos de seguros y trampas, importantes cantidades de cordón detonante, detonadores y sistemas de iniciación de artefactos con temporizador.
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