El PSdeG teme que la Xunta tenga más altos cargos territoriales que los que había antes

Santiago de Compostela.-  El PSdeG se teme que la nueva estructura territorial de la Xunta supondrá sólo un cambio de nomenclatura, un "maquillaje" propagandístico, que generaría más responsables nombrados que en el esquema tradicional anterior, lo que podría suponer un millón de euros en gastos adicionales de personal.

Así lo apuntaron en rueda de prensa el portavoz del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga y el diputado José Manuel Lage, quien denunció que, un mes después de que se publicase el decreto de remodelación de la estructura periférica de la Xunta, todavía desconocen qué objetivos concretos se pretenden ante la ciudadanía.

El PSOE se teme que lo que se busca es "una clara agenda partidaria", la creación de un "contrapoder" a los alcaldes socialistas y también al propio PP y sus estructuras por parte del líder del PP gallego y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Según Lage, pese a la "cacareada" austeridad de que habla el Gobierno gallego, lo único que se pretende es "cambiar los nombres" a la actual estructura. A este respecto, destacó que, hasta ahora, había delegados provinciales, y que se trata de crear un esquema en el que haya igualmente jefes territoriales, también por cada Consellería.

Lage insistió en que los jefes territoriales hacen las mismas funciones que antes correspondían a cada delegado provincial, estructura sobre la que crearon una nueva de "comisariado político". Así, junto a cinco delegados, habrá un secretario con categoría de director general, así como un gabinete que constará de jefe de prensa y asesor por delegación.

A este respecto, el diputado socialista indicó que ha salido publicado y no desmentido que para Lugo se han elegido a un ex diputado, un ex alcalde y un alcalde, todos ellos populares, para incorporarse a la delegación de Lugo de la Xunta como jefes territoriales.

"Pasamos de denominar delegado provincial a jefe territorial", manifestó el diputado socialista, que emplazó a la Xunta a que explique qué significa esta operación, que a su juicio sólo persigue un "efecto mediático".

Por tanto, dijo, se trata de una "red popular que nada tiene que ver con acercar la administración a los ciudadanos", una mera "operación de maquillaje -insistió-, que pretende ocultar el déficit de gestión" del Gobierno gallego.

A juicio del diputado socialista, se trata de "más altos cargos y más gastos" de los que había hasta ahora, porque "estamos ante la misma estructura que había antes, con el añadido" de que a cinco superdelegados se les sumarán un jefe y dos asesores por cada delegación, una política "de humo y de propaganda".

Aunque Núñez Feijóo habló de despolitizar las delegaciones, cuando el esquema esté completado "podremos ver" a destacados dirigentes populares que ocupan puestos en este esquema, que ha creado "un buen lío" entre las ciudades de Vigo y Pontevedra, a cuyos ciudadanos "engañó" el presidente, que actuó como "tahúr", señaló José Manuel Lage.

Por su parte, Fernández Leiceaga lamentó que los populares se hayan contradicho respecto a la estructura definitiva que persiguen, respecto a las funciones que tendrán las delegaciones de Vigo y Pontevedra.

A su juicio, de lo que se trata con la nueva estructura es no sólo "controlar" a los alcaldes de otro signo político, sino también a los "barones" territoriales del Partido Popular.

Sobre si tienen alguna estimación sobre el coste que supondrá la nueva estructura, indicó que parece deducirse de las palabras del presidente, si se trata de superponer la nueva estructura a la vieja, que "habría que hablar de 20 personas, mínimo" en el nuevo esquema, lo que superaría el millón de euros adicionales en gastos de personal.