Argentina, uno de mayores consumidores de psicofármacos, en jaque por la crisis

Buenos Aires.-  Argentina es uno de los países que registra mayor consumo mundial de psicofármacos, utilizados para calmar depresiones o trastornos de ansiedad, que afectan a millones de personas en el país y que se expanden en tiempos de crisis económica, advirtieron especialistas consultados por Efe.

Entre el 15 y el 20% de la población argentina sufre trastornos de ansiedad, mientras que el 7% padece trastornos depresivos, lo que equivale a unos 9 millones de personas, según estimaciones del jefe del área clínica de ansiedad del Instituto de Neurología Cognitiva de Buenos Aires, Francisco Doria Medina,

Los especialistas coinciden en que en tiempos de crisis, como el actual, aumenta el estrés, la ansiedad y, en consecuencia, el consumo de psicofármacos para paliar los trastornos, que se traducen en problemas orgánicos.

"Argentina tiene un alto consumo de psicofármacos. Pero hubo además un incremento del consumo de estos medicamentos porque toda situación que aumenta la incertidumbre, como una crisis, hace que crezca la ansiedad de la gente", explicó el psiquiatra Hugo Marietan, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Una encuesta realizada por el psiquiatra Eduardo Leiderman, profesor de la Universidad de Palermo, indicó que casi una de cada seis personas que residen en Buenos Aires consume psicofármacos.

"La prevalencia de consumo es más elevada que la del Reino Unido, Estados Unidos, países de Europa, Canadá, España, Francia o de San Pablo, Brasil", reveló el estudio de Leiderman.

El sondeo señaló además que una cuarta parte de las personas que injieren estos medicamentos lo hacen sin recomendación médica y el mayor consumo se da entre mujeres y personas mayores.

De hecho, los medicamentos de mayor facturación en el país (83 millones de euros) durante el primer trimestre de 2009 fueron aquellos destinados al sistema nervioso, con los sedantes y antidepresivos primeros en la lista, informó esta semana el Instituto de Estadísticas y Censos de Argentina (Indec).

Pese a la crisis financiera global, la facturación total de la industria farmacéutica en Argentina aumentó un 25,1% durante el primer trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2008.

El alza en el consumo de psicofármacos se registró principalmente en Buenos Aires, una de las ciudades con mayor número de psicólogos, que atienden a una abultada cantidad de pacientes que acuden cada semana para analizar sus problemas, muchas veces relacionados con la ansiedad y la depresión.

Una de las principales afecciones que se registran en la población local es el trastorno de ansiedad generalizado (TAG), que afecta en el país a unos dos millones de personas y se manifiesta con dificultades para conciliar el sueño, fatiga, problemas de atención, baja en el rendimiento laboral, irritabilidad y contracturas musculares.

Algunas veces, el TAG no es reconocido porque se presenta asociado a otros trastornos como, por ejemplo, depresión o ataques de pánico, explicaron los expertos.

Doria Medina sostuvo que en los últimos tiempos aumentó la automedicación para tratar estas patologías, pese a que las farmacias tienen la obligación de pedir receta médica al vender psicofármacos.

"Una vez que la gente ve los efectos beneficiosos de los ansiolíticos, los empiezan a tomar sin control médico. Muchas veces comienzan a consumirlos porque un amigo se los recomendó y se convierten en una dependencia crónica", señaló Marietan.

No obstante, aclaró que estos medicamentos, acompañados por una psicoterapia, permiten "una increíble mejora en la calidad de vida" de las personas con estos trastornos.