El PPCV busca el plebiscito de las urnas y el PSPV para iniciar el cambio en la Generalitat

Valencia.-  El PP de la Comunitat Valenciana encara las elecciones europeas del domingo como un plebiscito a Francisco Camps y su imputación judicial en el "caso Gürtel", mientras que el PSPV-PSOE espera que los valencianos reaccionen en las urnas y se inicie el cambio de Gobierno en la Generalitat.

Así lo han explicado dirigentes de ambos partidos durante los quince días que ha durado la campaña electoral, que se inició dos días después de que Camps declarara en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat como imputado por un delito de cohecho, lo que ha marcado los actos electorales.

Aunque los votantes deciden a sus representantes en el Parlamento Europeo, la campaña, en pleno ecuador de la legislatura, se ha planteado en clave de generales e incluso de autonómicas, y de hecho el president de la Generalitat ha gozado de un gran protagonismo pese a no ser candidato al Parlamento europeo.

El PPCV, que no se ha cansado de repetir que la urna no está en Bruselas, sino en el mismo colegio donde se vota al alcalde o al president, ha buscado una gran movilización para contrarrestar la imputación judicial de Camps, que a su juicio no tendrá efectos electorales y que ha servido para aumentar la cohesión interna.

Los populares aseguran que Camps saldrá "absuelto" en las urnas, porque los ciudadanos acudirán el 7 de junio a "ajustar cuentas" y a "validar" la gestión del PP frente a la del PSOE, e incluso la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha augurado que "cada segundo" que han hecho "sufrir" a Camps se convertirá "en miles y miles de votos".

La Comunitat Valenciana, vivero de votos populares, ha contado en la campaña con tres visitas del líder del PP, Mariano Rajoy, quien no ha dudado en explicitar por activa y por pasiva su apoyo incondicional al president, a quien se ha buscado desagraviar en distintos actos.

Si hace cinco años la diferencia entre los populares y los socialistas valencianos fue de 131.000 votos, el PP está convencido de superar ahora esos resultados, con una "victoria clara" que supondrá la "antesala" de un "cambio de ciclo" en España, ya que según Camps éstas son "las elecciones más generales de la historia de España".

Para el PSPV-PSOE, que afronta sus primeras elecciones con Jorge Alarte como secretario general, el 7 de junio debe constituir el "primer paso" para un "tiempo de cambio" hacia un Gobierno en la Generalitat dirigido "por demócratas y gente decente", y por ello ha hecho un llamamiento a "una gran revolución cívica".

El líder de los socialistas ha llegado a afirmar en campaña que la primera bancada de cargos del PP en un mitin de Alicante clausurado por Rajoy parecía más "un banquillo judicial", y ha reivindicado que los votos no sirven para vulnerar la ley, ni deben emplearse para "evadir" responsabilidades ni "esconder ineficacias".

Los socialistas valencianos, que han contado en la campaña con una visita de José Luis Rodríguez Zapatero, consideran que el "escándalo de corrupción" debe pasar "factura" al PPCV, y esperan que los valencianos "reaccionen" en las urnas e incluso los votantes populares "decepcionados" con esos comportamientos apuesten por "un tiempo de cambio".

Además, si el PP ha planteado estos comicios como una "moción de censura" a un presidente de Gobierno cuyo modelo es "el paro y la crisis", el PSPV ha apuntado a Camps como el "principal responsable" de que la Comunitat viva una crisis "peor que el resto del país"

Alarte, que llegó a la secretaría del PSPV hace poco más de ocho meses, puede tener en el resultado de estos comicios un indicador de su liderazgo, y el PPCV ya se ha encargado de augurar que se le va a "abrir un frente interno" que "cuestionará" su dirección.

Y mientras tanto, Esquerra Unida ha hecho una campaña en la que ha apelado a "castigar" a los dos principales partidos como "responsables" de la actual crisis económica, y se ha presentado como el voto "útil".