Secciones bajar

La Dogana de Ando acoge a los enfants terribles de Pinault

  • El arquitecto japonés convierte la antigua aduana de Venecia en la sede de la colección
  • La fórmula respeta la estructura original y se basa en intervenciones mínimas pero decisivas
Por ROSARIO FONTOVA (SOITU.ES)
Actualizado 04-06-2009 16:19 CET

VENECIA (ITALIA).-  Ésta es una historia de desencuentros que se ha resuelto a orillas del Gran Canal. Pinault decidió en 2007, tras un conflicto con el ayuntamiento de París, llevarse su colección de arte al extranjero. Mientras, la ciudad barajaba crear una especie de Fundación Peggy Guggenheim II para salvar la Dogana. El millonario y el arquitecto acaban de presentar su nueva criatura en vísperas de la inauguración de la Bienal de arte de Venecia.

Canaletto pintó hacia 1730 una 'vedute' o estampa en la que retrataba la Dogana di Mare de Venecia, la aduana marítima situada en la punta del islote del Dorsoduro donde se controlaban las mercancías que llegaban a la próspera república desde el siglo XVI. El edificio, compuesto de airosas naves industriales dotadas de grandes vigas de madera, estaba prácticamente en ruina cuando la ciudad lo cedió al millonario francés François Pinault para convertirla en el centro de exhibición de su colección de arte contemporáneo. El proyecto, casi una heroicidad, fue encargado al arquitecto japonés Tadao Ando, que en sólo 14 meses y contando con un presupuesto de 20 millones de euros, ha dirigido una extraordinaria rehabilitación basada en el respeto por el patrimonio antiguo y una lección magistral de contención arquitectónica.

Tadao Ando (Osaka, 1941), premio Pritzker en 1995, decidió intervenir lo menos posible en el edificio, cuya forma acabada en triángulo a continuación de la iglesia de Santa Maria de la Salute marca el suave perfil del horizonte veneciano. En el interior, Ando eliminó añadidos, restauró los muros de ladrillo rosado y ordenó los espacios mediante bloques de cemento y escaleras livianas a base de cristal y bordes de acero. En el exterior sustituyó los dañados cerramientos por puertas y ventanas de diseño propio en forma de reja que continúan la tradición de los artesanos venecianos y permiten entrever los palacios de la otra orilla del canal. Los trabajos han sido durísimos: durante varios meses, en el inicio de la rehabilitación, los obreros tuvieron que trabajar sumergidos en barro hasta la cintura. Había que renovar los podridos cimientos.

Las antiguas naves donde se almacenaban las mercancías conservan sus pesadas vigas en forma de triángulo que Ando ha tenido el acierto de conservar. En ellas, la colección Pinault se presenta en varios planos distintos que se comunican mediante aperturas concebidas como balcones hacia otras realidades. Unas 200 obras, la mayoría de gran formato, conforman el grueso de la colección, que tiene cierta inclinación hacia lo grotesco y lo violento que los herederos del pop como Jeff Koons o Paul McCarthy han convertido en su estandarte. Junto a los personajes del manga infantiloide japonés de Takashi Murakami, se dedica una sobresaliente sala a Sigmar Polke, único heredero de la tradición pictórica junto con Cy Twombly en esta exposición, donde no hay vídeoarte aunque sí fotografía con piezas de la siempre eficaz Cindy Sherman. Uno de los espacios más polémicos se dedica a los hermanos Jake and Dinos Chapman, que hace unos años provocaron un escándalo al destrozar un grabado de Goya. 'Fucking Hell' es una escalofriante evocación de la II Guerra Mundial contenida en vitrinas y poblada de judíos destripados y oficiales nazis torturadores perpetrando sus crímenes. Los Chapman materializan todo tipo de horrores con diminutos y repugnantes muñecos, que el espectador se resiste, casi hipnotizado, a dejar de mirar.

A la apertura del nuevo centro de arte se suma estos días la inauguración de la Fundación Vedova, a dos pasos de la Dogana. El antiguo taller del pintor Emilio Vedova (1919-2006) ha sido reformado por Renzo Piano en una actuación que realza el curioso sistema que tenía Vedova de trabajar: un ingenioso mecanismo mueve las grandes telas para facilitar los nerviosos brochazos que dieron forma a su pintura gestual.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a diseño+arquitectura Volver a portada
subir Subir al principio de la página