Bogotá.- La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (Federacafé) pidió hoy más controles a las importaciones de café desde la Comunidad Andina (CAN) y Brasil, entre ellos la llamada denominación de origen, a raíz de la baja producción del grano.
El gerente de Federacafé, Gabriel Silva, explicó a radios locales, que el objetivo es que el Gobierno exija a los cafés que llegan a Colombia la llamada denominación de origen, una marca que indique de dónde proviene el grano y que el consumidor decida si lo compra o no.
"No queremos que se restrinja sino que se organice para que la industria sea la que directamente importe todo el café que se necesita, si así lo considera necesario, y que, además, al consumidor se le diga si el café que está tomando es de Colombia o de Brasil y que él decida que quiere tomar", dijo.
Silva recomendó el establecimiento de un registro temporal de importadores de café, en donde solamente queden autorizados para su comercio con los demás países los industriales del grano y no los intermediarios.
"Creemos que la forma de garantizar que esas importaciones se hagan ordenadamente, no tengan riesgos fitosanitarios y que no se conviertan en fuente de distorsión del origen, es que sean los propios industriales quienes hagan las importaciones y respondan por ellas", agregó.
El gerente de la Federacafé recordó, además, que desde 2004 Colombia ha realizado importaciones de café, especialmente de Ecuador, Perú y Brasil, para atender el mercado interno e indicó que esa política se aplica, porque el grano que se produce se exporta a 2,20 dólares la libra y el que se importa cuesta 1,10 dólares.
Silva aclaró que este año Colombia tiene "cerca de 260.000 hectáreas de cafetales en renovación y eso hace que la producción esté a niveles promedio históricos, pero ni se ha caído ni se ha derrumbado ni es un colapso".
Esos terrenos en renovación representan una cuarta parte del total del área cafetera de Colombia, señaló Silva, quien añadió que justo en este momento se incrementó la demanda mundial e interna por el grano y por eso se han tenido que elevar las importaciones del grano desde los países de la CAN y Brasil.
Además, aclaró que antes el 90 por ciento de la cosecha se exportaba como materia prima y ahora el 30 por ciento del total de la producción se vende con valor agregado en manufacturas o extractos de café tostado y molido.
Esa disminución en las ventas de café como materia prima a otros países ha obligado a que en el exterior se trabaje con el 70 por ciento de la producción, lo que ha permitido que se mejoren los precios del grano.
En lo que va de 2009 las importaciones de café ascienden a 144.000 sacos, en 2008 fueron de 167.000, en 2007 de 146.000, en 2006 de 331.000, en 2005 de 445.000 y en 2004 de 103.000.
Silva señaló que este año se espera que las importaciones alcancen entre 500.000 y 600.000 sacos.
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