Sao Paulo.- Los récords para la competición, el registro de varias marcas en lo que va del año y la afluencia de público le dieron brillo hoy al Gran Premio de Brasil que se disputó en la norteña ciudad de Belém de Pará y forma parte del circuito mundial de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
Los 36.000 espectadores que se congregaron en el estadio Olímpico de Pará fueron testigos de tres récords para el Gran Premio y de igual número de marcas mundiales en 2009.
Los registros para la competencia fueron encabezados por Daniel Bailey, de Antigua y Barbuda, quien se impuso en los 100 metros masculinos con un récord de 9,99 segundos, en la primera vez que un atleta baja de los diez segundos en territorio suramericano y hasta ahora la mejor marca del año para la prueba 'reina'.
El velocista superó a los estadounidenses Michael Rodgers y Monzavous Edvard, quienes registraron respectivamente 10,01 y 10,11 segundos.
Los otros dos récords fueron para el keniano Robert Sigei, quien ganó la prueba de los 10.000 metros con 28 minutos, 21 segundos y 25 centésimas, mientras que el esloveno Primoz Kozmus subió al podium con 79,90 metros para el lanzamiento de martillo.
En ocho ediciones realizadas desde 2002, Belém acumula 18 récords, contra 17 establecidos en Sao Paulo, que recibió el Gran Premio entre 1985 y 1995 y seis en Río de Janeiro, que fue sede entre 1996 y 2001.
Las otras marcas mundiales en lo que va de 2009, fueron para el campeón olímpico portugués Nelson Évora en el salto triple, con 17,66 metros; el jamaiquina Isa Phillips, con 48 segundos y 36 centésimas en los 400 metros, y la estadounidense Britney Reese, con 7,06 metros para el salto triple.
"Estoy satisfecho con este desempeño, que me da más confianza para intentar vencer en (el Mundial de Atletismo de) Berlín", declaró a periodistas el saltador portugués de 25 años.
A nivel suramericano se batieron récords en los 400 metros femenino con la brasileña Lucimar Teodoro, tercera con 55 segundos y 84 centésimas, y en lanzamiento de jabalina femenino juvenil con su compatriota Jucilene Sales de Lima, con 56,75 metros.
En el medallero general, Estados Unidos terminó en el tope con cuatro medallas de oro, mientras que el anfitrión Brasil se alzó con dos preseas doradas.
La campeona olímpica brasileña Maurren Maggi tuvo que conformarse con la medalla de bronce en el salto largo, al registrar 6,59 metros detrás de su compatriota Keila Costa (6,72 mts) y de la vencedora estadounidense Britney Reese (7,06 mts).
Las otras medallas de oro para Latinoamérica fueron de la cubana Osleidys Menéndez, en el lanzamiento de jabalina femenino con 62,24 metros, y el brasileño Fabiano Peçanha en los 800 metros masculinos, con un minuto, 44 segundos y 63 centésimas.
En la competencia participaron 160 atletas, 38 de ellos brasileños, en representación de 32 países.
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