Gijón.- La Policía Nacional ha detenido a 19 personas, once de las cuales han ingresado en prisión, al desarticular dos grupos dedicados a la introducción y distribución de hachís y cocaína en Gijón y la cuenca del Nalón.
En estas operaciones, se ha procedido a la incautación de casi 62 kilos de hachís, 185 gramos de cocaína, 510 gramos de marihuana, 23 gramos de heroína, sustancias adulterantes, prendas, básculas de precisión y nueve vehículos.
Las operaciones, de las que ha informado hoy en rueda de prensa el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, se iniciaron en el mes de noviembre de forma casi simultánea bajo los nombres de "Reno" y "Ferralla" y la coordinación de la Jefatura Superior de Policía de Asturias.
En su desarrollo han intervenido más de 20 policías especializados en la lucha contra el tráfico de drogas de Gijón, Oviedo y Langreo, y efectivos de la Unidad Especial de Guías Caninos que han apoyado la práctica de los registros y el hallazgo de los alijos.
En la "Operación Ferralla" se ha procedido a la detención de doce personas, de las cuales cinco han ingresado en prisión, quedando el resto en libertad con cargos encartados como responsables de un delito contra la salud pública.
La investigación se inició para desarticular a los integrantes de una red dedicada a la distribución de cocaína en Gijón y la cuenca del Nalón, de la que se aprovisionaban en León, así como de hachís, que traían desde Marruecos con la mediación del encargado de un establecimiento de ocio de Gijón de esa nacionalidad.
En el mes de febrero del año 2009, tras el desplazamiento de dos proveedores marroquíes Gijón, se detuvo a cinco personas y se logró desmantelar la parte central de esta red.
En los registros practicados en las propiedades de los encartados, fueron localizadas doscientas quince tabletas que arrojaron un peso total de 37,5 kilos de hachís.
Veinte kilos estaban en una vivienda de la parroquia de Lavandera donde el empresario marroquí Abdesselam A.H lo ocultaba en el interior de una mesa de billar situada en el garaje, mientras que los 17 kilos restantes se localizaron en un trastero situado en la calle Naranjo de Bulnes de Gijón, propiedad del principal cabecilla de la red, de origen asturiano y vecino de Gijón.
Después de la desarticulación de los principales responsables de esta organización, se procedió a la detención de dos personas encargadas del suministro y distribución en la cuenca del Nalón.
La última fase de este operativo se desarrolló el 13 de mayo, procediéndose a la detención en Gijón de cuatro personas más, tres hombres y una mujer, pertenecientes a los escalones intermedios de la organización.
En el registro de la vivienda de uno de los detenidos en la parroquia de La Braña, fue hallada una plantación de interior dotada de equipos de iluminación y refrigeración.
Los últimos detenidos pasaron a disposición judicial el día 15 de mayo levantándose entonces el secreto sumarial que protegía las actuaciones.
En el marco de la "Operación Reno" se ha desmantelado una red de venta de droga en la zona oeste de Gijón y detenido a siete personas, dos mujeres y cuatro hombres todos ellos de nacionalidad española.
Cinco de los detenidos son miembros de una misma familia, que regentaban una tienda de ultramarinos en el barrio de Tremañes y que formaban parte de una red que distribuía sustancias estupefacientes,- tanto cocaína, como hachís y marihuana- a pequeños proveedores y consumidores de la zona oeste de la ciudad de Gijón.
La investigación constató que los proveedores de esta red eran dos empresarios de origen gallego- un padre y un hijo- afincados en dos localidades próximas a la ciudad de León, que regentaban un negocio de carpintería.
Una vez identificados los presuntos responsables de este entramado se sucedieron las detenciones tras detectar la presencia en Gijón del varón más joven de los investigados leoneses.
Mientras hacían que se estaba haciendo un intercambio de material de trabajo, la policía intervino y halló 22,7 kilos de hachís que habían sido trasladados en el interior de un compresor modificado para transportar la droga en su interior.
En los registros practicados en Gijón y en León se localizaron más sustancias estupefacientes, y sustancias de"corte" y adulterantes así como efectos para su manipulación.
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