PP contra PP

Las encuestas internas de intención de voto vuelan como cuchillos. Las elecciones europeas son el nuevo campo de batalla entre el sector crítico y la dirección. Un triunfo como el de las gallegas afianzaría a Rajoy pero quienes piden renovación han recrudecido su postura.

"Cómo es posible que con más de 4 millones de parados y el desgaste que la crisis está suponiendo para Zapatero, este partido no saque una ventaja sustancial en las encuestas. El entorno de Montoro me ha dicho que hoy por hoy estamos en empate técnico". Un destacado diputado 'popular' crítico con la estrategia de Rajoy y su equipo se refiere así a las encuestas internas que maneja su grupo político. Pone también como ejemplo los datos que medios como El País —intención voto en elecciones generales— y La Razón —europeas— han publicado recientemente para sustentar la escasa o nula ventaja que el líder de la oposición obtiene, teniendo en cuenta el subidón de autoestima experimentado por el equipo de Rajoy tras las elecciones gallegas. Los datos de la encuesta pre-electoral del CIS apuntaba ese empate técnico que la oposición pepera achaca a la falta de iniciativa y de compromiso del líder.

La lectura que realiza la otra parte se revela contrapuesta. Un miembro del equipo de Rajoy asegura que "la encuesta del CIS nos beneficia porque se plantea un empate técnico pero con el recuerdo de las elecciones anteriores lo que sin duda nos otorga una ventaja real". En el círculo del presidente existe preocupación por la ofensiva que los 'críticos' están poniendo en práctica. "Les va la vida en ello", asegura un diputado 'popular' afín a la dirección "porque del Congreso de Valencia algunos salieron con la meta de las gallegas y las europeas como citas que darían la puntilla a quien acababa de revalidar su puesto. Y lo cierto es que se han equivocado". Tanto en Génova como en el Grupo Popular en el Congreso se trabaja con encuestas de intención de voto. En las que circulan por la sede del partido, el toque Pedro Arriola está servido para desesperación de quienes le consideran una de las influencias más nefastas en la estrategia que desarrolla Rajoy. El marido de Celia Villalobos, fue hombre de confianza de Aznar y continúa ejerciendo de gurú de su sucesor a pesar de que sus consejos no lograron la ansiada victoria en las elecciones de marzo de 2008. "Cuando Arriola habla en las reuniones, se produce un silencio sepulcral como si sus reflexiones fuesen el no va más, cuando en realidad resultan una sucesión de obviedades bien argumentadas", explica un asistente disonante.

"Los datos que tenemos nos sitúan una media de tres eurodiputados por delante del PSOE, en una proporción de 21-24, con una participación muy por debajo del 50%", adelantan en el entorno de Rajoy. La efervescencia del triunfo de Núñez Feijóo, que se ha vivido como la gran revalida del líder nacional, ha decaído en los últimos días. En el Congreso, los diputados afines a la causa estaban exultantes, convencidos de que ni tan siquiera los supuestos casos de corrupción que salpican a distintos dirigentes del partido podrían frenar el éxito en las europeas. Un paso previo al desembarco en Moncloa. Sin embargo parece que la autoestima se ha moderado. "Hace sólo un año que ha habido elecciones y no se va a cambiar de tendencia de una manera radical. La decepción con el Gobierno tiene que ir articulándose poco a poco".

Los críticos por su parte no pasan ni una. "Éramos el partido que se relacionaba con honestidad por la sencilla razón de que Aznar cortó por lo sano, y con valentía, con todo aquello que olía mal pero Rajoy tiene una actitud pasiva y eso afecta incluso a nuestros propios votantes", comenta un diputado divergente que no duda de que si la formación no logra los resultados esperados en las europeas cargará contra Mayor Oreja. "Mayor Oreja es un gran líder para Europa. Vaya bien o vaya mal, él es nuestro hombre y creo que en eso estamos todos de acuerdo", replica quien desde la dirección insiste en que el veterano político vasco es la apuesta común. No obstante, amparados en el off the record, las dos facciones aprovechan para entrar a matar. "¿Quieres una respuesta oficial o extraoficial?", preguntan antes de responder. Una vez aclarado, disparan a base de encuesta. Hay que reconocer que los críticos, tanto en el PP como en el PSOE, están en su apogeo y eso que sus líderes se lo ponen menos fácil de lo que aparentan.