La Paz.- Líderes campesinos de Bolivia afines al Gobierno justificaron hoy la paliza que sufrió el dirigente indígena opositor Marcial Fabricano a manos de una comunidad amazónica por una supuesta traición a su movimiento.
Isaac Ávalos, uno de los altos dirigente de los campesinos de Bolivia y seguidor del presidente Evo Morales, dijo que Fabricano, líder histórico de las etnias del oriente, se pasó a las filas de la "derecha liberal" y ha provocado reacciones en su contra.
Una comunidad de indígenas de la Amazonía afines al Gobierno azotó la semana pasada a Fabricano hasta que perdió el conocimiento y argumentó que era un castigo propio de la "justicia comunitaria" para los traidores, porque ahora trabaja en la prefectura opositora de Beni.
Ávalos dijo que Fabricano "se lo había buscado" por haberse presentado como funcionario de la gobernación opositora, si bien agregó que no estaba de acuerdo con practicar esas agresiones.
Fabricano está actualmente internado en una clínica de Santa Cruz, donde ha sido visitado y saludado por dirigentes de la oposición, entre ellos el prefecto de esa región, Rubén Costas.
Según Ávalos, Fabricano "busca protagonismo, para hacer política y para ser candidato" en los comicios del próximo 6 de diciembre, en los que el presidente Evo Morales irá por la reelección.
Además, los pueblos indígenas del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), donde se produjo la agresión, denunciaron en un comunicado que Fabricano cometió delitos como el tráfico ilegal de recursos naturales y acciones vandálicas contra organizaciones indígenas, informó la agencia estatal ABI.
En el comunicado difundido hoy, esa organización subrayó que aplicó la sanción "de acuerdo a sus usos y costumbres y procedimientos para aquellas personas que cometen acciones en contra de los pueblos y la integridad territorial de los mismos".
El dirigente de la Central de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), Adolfo Chávez, también aseguró que se no trataba de una "violación a los derechos humanos", sino del cumplimiento de un castigo contra Fabricano que fue decidido hace dos años.
La Fiscalía de Beni inició el jueves pasado una querella contra siete personas acusadas de haber azotado a Fabricano, en tanto que otros dirigentes de organizaciones sociales convocaron hoy a marchas en Trinidad, capital de Beni, para repudiar la paliza.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, dijo esta semana que la Fiscalía debe encargarse de investigar el caso y la justicia de procesar y sancionar a los responsables de la paliza.
En días pasados, la Conferencia Episcopal Boliviana también criticó en un comunicado las agresiones a Fabricano y recordó que la Iglesia católica "condena todo hecho de violencia y más aún cuando éste recae sobre un ser humano, mellando profundamente su dignidad".
La Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó también su preocupación por las frecuentes palizas e incluso linchamientos en Bolivia a personas sospechosas de haber cometido delitos, pero pidió distinguir esa práctica de la justicia indígena.
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