Valladolid.- La flota de vehículos comerciales de Repsol incorporará en España doscientos vehículos de combustible autogas (GLP), una mezcla de butano y propano que emite entre un 70 y un 90 por ciento menos de óxido de nitrógeno, que actualmente es la energía limpia más utilizada en el mundo.
Los cuatro primeros vehículos de este proyecto han sido entregados en Valladolid, según ha informado hoy a EFE el jefe del Área Comercial de Castilla y León Oriental de Repsol, Marcos del Río.
Del Río ha indicado que con esta energía limpia, "que no renovable", se emite un 11 por ciento menos de dióxido de carbono o CO2 a la atmósfera, y entre un 70 y 90 por ciento menos de óxido de nitrógeno.
En España circulan en la actualidad 2.500 vehículos a autogas, entre los que se encuentran cien unidades de la flota de autobuses urbanos de Valladolid, según datos de Repsol.
En Europa, es la energía limpia más utilizada, al alimentar a cerca de siete millones de vehículos y 1.400 autobuses de veinticinco ciudades europeas.
Existen además 21.000 estaciones de autogas, que almacenan este combustible en fase líquida.
Los vehículos que Repsol incorporará a su flota funcionan con un sistema "bifuel", mediante el que pueden funcionar con gasolina o autogas indistintamente, ha explicado el técnico comercial de Repsol Gas en la zona de Castilla y León Oriental, José Luna.
Este último combustible entra de manera líquida en el automóvil hasta el depósito del maletero, situado en el hueco de la rueda de repuesto, tras lo que pasa a través de un tubo a la parte de delante del vehículo, donde tiene lugar un proceso de evaporación del autogas.
Todo el proceso es controlado por una centralita electrónica que se encarga también de cambiar de un combustible a otro si uno de los dos se acaba, o dependiendo del que quiera utilizar en un momento concreto el usuario del coche.
Del Río ha concretado que según la estructura de la carrocería y la motorización de los automóviles, con este sistema se puede conseguir hasta un 40 por ciento de ahorro en el coste de mantenimiento del vehículo.
El precio del autogas es aproximadamente la mitad que el de los combustibles tradicionales, lo que supone un ahorro de un 40 por ciento frente a la gasolina y un 20 frente al gasóleo, ha concretado Del Río.
El 60 por ciento de esta mezcla de butano y propano que se comercializa en el mundo se obtiene directamente de los yacimientos de gas natural o petróleo, mientras que el 40 restante es el resultado de la destilación del petróleo en refinería.
Desde el punto de vista del usuario, estos vehículos, Seat Altea XL y Toledo, destacan por ser menos ruidosos y producir menos vibraciones, "lo que produce una conducción más cómoda", ha resaltado Del Río.
Este combustible alarga además la vida del motor y la vida útil del lubricante, al no dejar ningún tipo de residuo, ha informado De Luna.
Actualmente, cualquier motor de gasolina se puede adaptar a este sistema de combustión, y es frecuente su uso, entre otros, en motores de explosión de turismos, furgonetas, autobuses, carretillas elevadoras, según datos de la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo.
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