Santiago de Chile.- El ex jefe del Ejército peruano Edwin Donayre, quien a finales de 2008 protagonizó una polémica por sus declaraciones contra los chilenos, exigió al Gobierno de Chile que emita un "pronunciamiento claro" en el que muestre su disposición a acatar el fallo de La Haya, "sea cual fuere".
"El hecho de que Perú haya sido el demandante conlleva implícitamente acatar el veredicto de La Haya sea el que fuere", manifestó el ex general en una entrevista que respondió por escrito al diario La Tercera y que hoy publica éste.
En la misma, sin embargo, Donayre se preguntó "cuál sería la posición de Chile en caso de un fallo favorable a Perú"
El ex general recalcó que "lamentablemente con su actual posición incierta y ambigua, (el Gobierno chileno) incide cada día en un mayor distanciamiento" con Perú.
Lima presentó el 19 de marzo ante la CIJ la memoria de su demanda, con la que busca modificar a su favor el límite marítimo con Chile y obtener unos 35.000 kilómetros cuadrados de territorio que hasta ahora están bajo soberanía de su vecino del sur.
Perú basa su demanda en el argumento de que los límites nunca han sido fijados, lo que Chile contraviene sobre la base de dos tratados suscritos en 1952 y 1954, que Lima respetó durante 50 años y que en su demanda considera solo acuerdos pesqueros.
Donayre, quien será candidato en las elecciones de 2011, estima además que "la situación (con Chile) es delicada, pero tampoco hay que exagerar asegurando que las relaciones estarían en el peor momento".
Subraya que las provocaciones no sólo han salido de Perú, sino que los políticos de ambos países "se han intercambiado expresiones de grueso calibre", y los acusa de ser "muy buenos para criticar y los últimos en solucionar los problemas".
Donayre ocupó las portadas de los periódicos en noviembre pasado, cuando se difundió un vídeo en el que siendo aún jefe del Ejército peruano dijo durante una reunión con otros militares que todo ciudadano chileno que entrara a Perú saldría en un cajón o en una bolsa plástica.
Sus palabras provocaron el malestar del Gobierno chileno, que pidió a su par de Lima un castigo para el militar, pero no hubo medida alguna y Donayre pasó a retiro un par de semanas después, como estaba programado.
Donayre rehúsa pronunciarse ahora sobre este polémico episodio, ya que considera que "no es adecuado ni mucho menos sensato" insistir en él, y afirma que no guarda en su corazón "odios, rencores, venganzas o revanchismos con Chile".
"Muy al contrario, me unen no solamente relaciones de amistad, sino de fraternidad con gran parte del alto mando del Ejército chileno, así como políticos y autoridades de ese país hermano", asegura.
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