Madrid.- La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, considera que la crisis económica no facilita la integración, sino que introduce el riesgo de segmentación "y tentaciones populistas que con frecuencia están presentes en los discursos políticos".
Rumí ha defendido que la integración debe ser una prioridad de la agenda política de todos los gobiernos, durante su intervención en la presentación de la guía "Musulmanes en España" -elaborada por la Casa Árabe-, junto al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ángel Lossada, y el director de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE (ODIHR), Janez Lenarcic.
"No es con la segregación ni con la discriminación como nuestra sociedad va a salir de esta crisis tan agresiva, sino con la cohesión y la igualdad de oportunidades", ha dicho Rumí, quien opina que los responsables políticos no pueden convertirla en "un rehén para alimentar la confrontación".
La responsable de Inmigración ha destacado la importancia de esta guía, la primera que se edita en Europa sobre la situación de este colectivo, porque "los musulmanes todavía son unos grandes desconocidos para una gran parte de la sociedad" y eso provoca que se generen "estereotipos y desconfianza".
En España, los musulmanes representan el 2,5 por ciento de la población, es decir, cerca de un millón de personas, de los que el 30 por ciento son españoles y el resto extranjeros, explica la guía.
Los marroquíes son el grupo más numeroso (casi 700.000 personas), seguidos de argelinos (unos 47.000), pakistaníes (en torno a 37.000) y senegaleses (algo más de 30.000).
La mayor parte viven en Cataluña -300.000 musulmanes-, Andalucía -120.000- y Madrid -más de 80.000-, que coincide con los principales destinos de la inmigración.
Se calcula que puede haber unos 400 oratorios -locales situado en barrios no siempre bien acondicionados para el culto colectivo-, además de trece grandes centros islámicos.
En Cataluña, hay 170 oratorios y 84 mezquitas; en Madrid, 52 oratorios y dos mezquitas; en Andalucía, 36 oratorios y cuatro mezquitas; en Valencia, 27 oratorios y una mezquita, y en Murcia, Baleares y Aragón, en torno a una veintena de cada tipo de lugares de culto, entre otros.
En la presentación, el diputado del parlamento catalán, Mohammed Chaid, ha planteado la obligación de trabajar para dignificar las mezquitas y ha reclamado una profunda reforma de la Comisión Islámica de España "para adaptarla a la realidad de los musulmanes en España y para que estén representadas todas las sensibilidades".
"El integrismo no se podrá rechazar sin el apoyo de los musulmanes", ha opinado el parlamentario catalán, quien ha recordado la importancia de que "se sientan reconocidos en el país en el que viven".
Respecto a la enseñanza de religiosa islámica, no existe ningún centro concertado de enseñanza de este culto, por lo que los padres de alumnos musulmanes que desean que sus hijos reciban formación en su fe en la escuela sólo pueden optar por los centros privados -principalmente el Colegio Saudí y el Colegio Libio en Madrid- y los públicos, que están obligados a ofrecerla cuando hay más de diez solicitudes.
El embajador de la ODIHR ha destacado el compromiso de España en la lucha contra la discriminación, como ha puesto de manifiesto que sea el primer país que edita una guía sobre este colectivo, al que seguirán otros países europeos, que desea que sirva para "proporcionar un discurso de los musulmanes".
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