Francotiradores de la Marina de Estados Unidos mataron a los tres piratas somalíes que mantenían a un capitán estadounidense como rehén desde un bote salvavidas de 5,5 metros de eslora el pasado domingo 11 de abril. Miembros del cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (los SEALs, siglas de sea, air, land —mar, aire y tierra—) dispararon desde un destructor de la Marina situado a 30 metros de distancia de los piratas.
¿Puede un francotirador hacer blanco certero contra un objetivo humano que está en un pequeño bote que cabecea en el agua, o simplemente probaron suerte para salvar la vida del rehén?
Si las cabezas de los piratas hubieran estado del todo expuestas, hubiera sido un disparo fácil. El rifle de un francotirador es certero dentro del minuto de un ángulo siempre que quien dispare pueda mantener a tiro a su blanco en la cruceta del visor.
Esto implica que un buen tirador puede hacer blanco sobre un objetivo de unos 2,5 centímetros a 91,5 metros de distancia y dar muerte desde 915 metros. El cabeceo del bote salvavidas habrá constituido sin duda un factor [a tener en cuenta], pero los tiradores suelen disparar contra blancos móviles desde vehículos móviles —el entrenamiento avanzado de los SEALs de la Marina de EEUU incluye prácticas de tiro al blanco desde un helicóptero—.
Existen dos técnicas para impactar en un blanco móvil: el 'trapping' o apuntar inmóvil y a distancia, en la cual el tirador sujeta el rifle y espera a que el blanco se ponga en su punto de mira; y el 'tracking' o de rastreo o seguimiento, donde el tirador mueve el rifle para mantener el blanco en su punto de mira. El 'trapping' es el método más sencillo y el que prefieren los francotiradores menos experimentados. Sin embargo, los francotiradores de la Marina norteamericana precisaban alcanzar simultáneamente a los tres piratas. Una vez iniciada la cuenta atrás, no podían permitirse perder de vista a su blanco y esperar a que regresara a su punto de mira (los equipos de tiradores por lo general cuentan atrás desde cinco y disparan al unísono en la T en 'two').
Los francotiradores tenían retos añadidos. Primero, debían mantenerse ocultos y sigilosos. Si los piratas hubieran advertido que yacían hombres armados en el hangar de la cubierta de popa del destructor aguardando a matarles uno por uno, nunca se habrían expuesto a que se hiciera fuego sobre ellos. Durante el día, los SEALs probablemente usaron redes metálicas de nailon para permanecer ocultos en las sombras.
En segundo lugar, se encontraban tal vez demasiado cerca como para emplear las herramientas usuales del francotirador. Puesto que el cañón de un rifle se sitúa aproximadamente cinco milímetros bajo el visor, está ligeramente orientado hacia arriba. El centro del visor muestra el punto que alcanzará la bala a 91,5 metros. A algo más de 91 metros de distancia, los SEALs habrían tenido que compensar apuntando un poquito por encima de sus blancos.
Por último, los SEALs disparaban desde un destructor de altura contra un pequeño bote salvavidas, y es arduo disparar hacia abajo. El rifle de un francotirador descansa sobre un bípode, y la culata, sobre el hombro del francotirador. Para poder apuntar por debajo del nivel del bípode, el francotirador tiene que sostener su pecho en alto: si la postura no se adopta correctamente, provoca inestabilidad.
* Artículo originalmente publicado en el medio digital estadounidense Slate.
(Traducción: Carola Paredes)
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