BANGKOK.- Un hombre podría haber muerto y unas 70 personas, entre fuerzas del orden y manifestantes antigubernamentales, resultaron heridas hoy en los enfrentamientos que se produjeron en Bangkok durante las protestas que están realizando los llamados 'camisas rojas' contra el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva. Durante los incidentes se produjeron disparos y se emplearon gases lacrimógenos, además de incendiarse varios autobuses y parte del edificio del Ministerio de Educación.
En una declaración en la televisión nacional, el primer ministro cifró en 23 soldados y 47 manifestantes los heridos en los enfrentamientos. Según Abhisit, cuatro soldados resultaron heridos de bala y están recibiendo tratamiento en distintos hospitales.
Unas horas más tarde, la PBS, la televisión pública, informó de que hay 94 heridos a causa de la acción de las fuerzas gubernamentales, 24 en estado grave, si bien la mayoría de los heridos han sido dados de alta. El primer ministro rechazó las informaciones sobre posibles víctimas mortales en las protestas y dijo que no hay ninguna confirmación de los hospitales en este sentido.
Pero posteriormente, el jefe de su Gabinete, Satit Wongnongtoey, declaró al canal de televisión NBT que un testigo de los hechos le contó que los 'camisas rojas' entraron en el Mercado de Nang Lerng y expulsaron de allí a los vendedores, hiriendo a cuatro personas, una de las cuales, un hombre de 54 años, falleció después en un hospital por los disparos recibidos. Además, el periódico 'The Nation' cita a varios testigos que hablan de una segunda víctima mortal.
Abhisit subrayó que las fuerzas del orden trataron de la forma más suave posible a los manifestantes, estando permitido el uso de armas sólo en caso de legítima defensa. "Si la población quiere manifestarse de forma pacífica, si quiere ejercer sus derechos constitucionales, será bienvenida, pero no puede causar disturbios, no puede incitar a la gente para que viole la ley, no puede intimidar y usar la violencia contra nuestra gente", afirmó.
"Intentaremos encontrar la mejor solución que podamos en los próximos días", añadió. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo pidió a los manifestantes que mantienen bloqueada la Casa de Gobierno que se vayan a sus casas y permitan que el personal gubernamental desempeñe sus funciones.
SITUACIÓN CONTROLADA
Posteriormente, el primer ministro declaró a la cadena BBC que la situación en Bangkok se encuentra bajo control, después de que numerosos soldados entrasen en una zona ocupada por los manifestantes antigubernamentales cerca de la Casa del Gobierno. "Estamos aquí para restaurar el orden", destacó.
Intentando minimizar el alcance de las protestas, el mandatario aseguró que el 80 o el 90 por ciento de los 100.000 manifestantes que generaron el caos en la capital la semana pasada ahora ya no están. El Gobierno decretó ayer el estado de excepción, por lo que están prohibidas las reuniones de más de cinco personas, los medios de comunicación pueden ser sometidos a censura y el Ejército puede ser desplegado para ayudar a la Policía a mantener el orden.
Por su parte, Panithan Wattanayakorn, portavoz gubernamental, afirmó que el Ejército ha dispersado a los manifestantes en numerosas zonas de Bangkok, permitiendo así la reanudación del tráfico en varias calles que antes estaban ocupadas por los 'camisas rojas'. Asimismo, el Ejército se hizo esta mañana con el control del Monumento de la Victoria, según el periódico 'The Nation'.
Durante el día de hoy, los manifestantes quemaron varios autobuses y vehículos públicos y provocaron un gran incendio, al parecer, con un cóctel molotov, en las oficinas de la Comisión de Educación Vocacional, en el edificio del Ministerio de Educación.
También han entrado en escena los vecinos de las zonas de Bangkok afectadas por los disturbios. Así, decenas de personas que viven cerca del templo de Soamanus, armadas con pistolas y otros objetos, salieron a enfrentarse a los 'camisas rojas'.
Los vecinos, enfadados, pidieron a los alborotadores que se fueran, y algunos dispararon al aire, según informó 'The Nation'. Luego los militares allí desplegados solicitaron a ambas partes --que acabaron intercambiando disparos-- que se fueran a sus respectivas casas.
THAKSIN CALDEA EL AMBIENTE
Frente a los llamamientos a la calma del Gobierno, el primer ministro depuesto y líder de los manifestantes del Frente Unido por la Democracia y contra la Dictadura (UDD), Thaksin Shinawatra, declaró a la BBC desde el exilio que el Ejército ha mentido sobre los hechos ocurridos en la capital y que los militares no dispararon al aire sino que lo hicieron contra la población utilizando munición real, lo cual, a su juicio, demuestra la gran cantidad de gente que ha resultado herida
"La situación de Tailandia es de brutal represión", opinó. Aun así, quiso aclarar que sus llamamientos a sus seguidores para que iniciasen una "revolución" eran para que se llevase a cabo una "revolución pacífica". "Todos los manifestantes van con las manos vacías, con paz, piden una democracia real para todos", aseguró el ex primer ministro, aunque reconoció que ha tenido conocimiento de que algunos tenían palos.
Los 'camisas rojas' aseguran que varios manifestantes han sufrido heridas de bala y han denunciado el uso de balas reales por parte de las autoridades. Estas acusaciones contradicen las declaraciones de un portavoz del Ejército, coronel Sansern Kaewkamnerd, quien dijo: "Si los manifestantes muestran que tienen la intención de dañar a los militares, utilizaremos rifles de entrenamiento militar con balas de fogueo hechas de papel, que no les dañaran", explicó.
También el Partido Pheu Thai, en la oposición, ha pedido al Gobierno que deje de usar la fuerza para reprimir a los 'camisas rojas', además de solicitarle que convoque una sesión parlamentaria de emergencia para solucionar el actual conflicto político. En caso de que no se satisfagan sus demandas, organizará nuevas protestas en Bangkok.
Thaksin, en el exilio desde el golpe de Estado de 2006, lleva más de una semana enviando mensajes regularmente a sus partidarios a través de vídeos, y ha anunciado que irá a Tailandia para encabezar la marcha popular sobre la capital si fuera necesario. Los manifestantes, que acusan al Gobierno de Abhisit de no haber sido elegido democráticamente, quieren que dimita y convoque elecciones. Abhisit, que tomó posesión del cargo hace cuatro meses, ha rechazado estas peticiones.
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