México.- Los mexicanos rememoraron hoy la crucifixión de Jesucristo con decenas de representaciones en diversas partes del país, la mayor de ellas en el barrio capitalino de Iztapalapa, a la que asisten cerca de dos millones de personas, según los organizadores.
Esta tarde concluyó la edición 166 de "la Pasión y Vida de Jesús" en Iztapalapa con la crucifixión de Diego Villagrán, un vecino de este barrio que interpretó a Jesucristo durante todos los actos que se escenifican cada año y que culminan en el Cerro de la Estrella.
Los actores representaron el juicio a Jesús, los azotes a que fue sometido hasta ser condenado a morir en la cruz y el recorrido con la cruz desde el centro del barrio al cerro de La Estrella.
Junto con Villagrán, durante cuatro horas marcharon miles de acompañantes para cumplir la ceremonia, que, según numerosos espectadores, se caracterizó por la desorganización y roces entre el público y los 1.500 policías que se encargaron de mantener el orden.
Una vez concluida la representación, los actores se dirigieron hacia una casa donde se daría por terminada la ceremonia, mientras que los asistentes comenzaron a desalojar el sitio.
Las autoridades indicaron que en esta representación se registró un saldo blanco, aunque reconoció que hubo incidentes menores "que no empañaron el desarrollo del evento".
En otras partes del país se realizaron representaciones de la pasión de Cristo y peregrinaciones a diversos santuarios.
Tan sólo en el central Estado de México estaban previstas 40 procesiones y 180 representaciones del Via Crucis en 112 municipios de la entidad, a las que se preveía la asistencia de medio millón de personas.
En este estado, entre las representaciones más vistosas están las del templo del Señor de Chalma, a donde decenas de miles de personas llegan para recordar la muerte de Jesús.
En Ciudad Victoria , capital del estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, el abogado José Luis Rodríguez cumplió su interpretación número 33, la cual pretende que sea reconocida como un récord.
En esa ciudad, con una temperatura de 28 grados centígrados, Rodríguez hizo el recorrido de unos dos kilómetros con su carga de una cruz de madera de unos dos metros de largo.
En Tijuana, unas 80 personas procedentes de todo el país representaron su propia Pasión de Cristo para recordar lo difícil que resulta llegar a Estados Unidos en busca de trabajo.
Los emigrantes, que se dirigieron hacia la línea fronteriza cargando sus propias cruces, recordaron a las 400 personas que mueren en promedio al año en la frontera en su intento de cruzar a Estados Unidos.
El director de la Casa del Migrante y organizador del evento, el sacerdote Luis Kendiernski, exhortó a las autoridades estadounidenses a regularizar la situación de los inmigrantes indocumentados.
"La aceptación de los emigrantes como fuerza laboral es importante para que no tengan que vivir en la sobra y ocultándose de la policía", dijo el religioso.
En México, con 107 millones de habitantes, el 90 por ciento de sus pobladores manifiesta profesar la fe católica.
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