Londres.- La policía ha detenido al menos a 86 personas durante las últimas 36 horas en las protestas contra la cumbre del G20, que se celebra hoy en Londres.
Los últimos datos facilitados por la policía ayer cifraban en 32 el número de manifestantes detenidos, un número que casi se ha triplicado esta madrugada, según la agencia local de noticias PA.
Esta misma mañana se han producido dos detenciones más cuando un pequeño grupo de manifestantes ataviados con sombreros y corbatas se ha acercado hasta la Bolsa de Londres y ha representado un Monopoly gigante.
"Esto es una parodia de lo que está pasando dentro del edificio", explicó Clare Smith, una británica de 27 años que ha participado en esta protesta.
Fuentes de los servicios de emergencia informaron ayer de que un hombre falleció cuando participaba en la protesta que tuvo lugar en la City londinense al sufrir un ataque al corazón.
Al parecer, hacia las 19.30 horas un manifestante vio a un hombre tirado en el suelo inconsciente en una calle cercana al Banco de Inglaterra, donde se concentraron la mayor parte de las protestas.
Hasta allí se acercaron varios agentes de policía, a los que algunos manifestantes lanzaron botellas cuando intentaban sacar a la víctima fuera del cordón policial para que recibiera tratamiento, según Scotland Yard.
El hombre, de unos 30 años, fue trasladado en ambulancia hasta el hospital, donde finalmente falleció.
El suceso ya está siendo investigado por una comisión independiente de la policía para esclarecer lo ocurrido.
Los agentes esperan que hoy se registren nuevos episodios de violencia como los ocurridos ayer, cuando se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
La protesta congregó a miles de personas en la City londinense, frente al Banco de Inglaterra, y comenzó con un marcado carácter festivo, con gente disfrazada, bailes y cantos.
Sin embargo, pronto comenzaron los forcejeos con la policía, sobre todo después de que, tras romper varios cristales de su fachada, un grupo de activistas irrumpiera en el edificio del Royal Bank of Scotland, símbolo de la crisis crediticia en el Reino Unido y que ha sido parcialmente nacionalizado.
Los agentes aplicaron "tácticas de contención" y cercaron a los miles manifestantes durante varias horas sin dejar salir a nadie, lo que generó el descontento de los participantes que acudieron de forma pacífica a la concentración y que estuvieron varias horas sin comida ni agua y sin poder ir al baño.
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