San Sebastián.- Las víctimas del terrorismo han recordado hoy a la sociedad que ellas son "el espejo que no engaña" y que "muestra las consecuencias más dramáticas del interminable problema" de ETA ,"con el que se convive en Euskadi desde hace décadas".
Estas palabras de Josu Elespe, hijo del teniente alcalde de Lasarte-Oria asesinado por ETA hace ocho años, resumen los distintos testimonios de las víctimas que han participado hoy en el solemne homenaje que las Juntas Generales (JJGG) de Guipúzcoa han tributado a todos los perjudicados por el terrorismo y en el que han participado numerosas autoridades institucionales y políticas de la Comunidad Autónoma Vasca.
Entre ellas se encontraban la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate; el delegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces; la presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao; la candidata a este puesto, Arantza Quiroga, el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y numerosos alcaldes guipuzcoanos.
Al acto han acudido asimismo, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti y representantes del PSE/EE en las Cortes Generales, además de procuradores de todos los grupos junteros y algunos representantes de la judicatura, entre otras autoridades.
Este evento pretende, sus promotores, convertirse en una iniciativa anual de reconocimiento a las víctimas del terrorismo que transmita que "el legado de su sufrimiento y su dolor no fue en balde" y "deslegitime al agresor".
La presidenta de las JJGG, Rafela Romero, ha abierto el homenaje con un discurso en el que ha expresado su voluntad de que las víctimas cuenten con "un foro institucional y político de narración de las terribles historias de violaciones de los derechos humanos que les han sucedido", tras lo que ha recalcado que "el futuro de una sociedad jamás puede construirse sobre el olvido del sufrimiento injusto" de los afectados por el terrorismo.
A continuación ha tomado la palabra Josu Elespe, quien ha descrito su recorrido emocional a partir del asesinato de su padre hace ocho años, en los que ha pasado de unos primeros meses "horribles y espantosos" que "no se pueden describir" a la aceptación de lo ocurrido.
Con gran sinceridad y serenidad, Elespe ha recordado el odio "irracional" que le producía entonces todo el mundo de ETA y su entorno, algo que le convirtió "en un amargado e inmaduro chaval de 25 años obligado a tirar de un carro que no podía dominar" y "aislado" en su entorno de confianza.
"La larga travesía por el desierto sin agua y sin brújula fue serenándose con los años", ha explicado Elespe quien fue asumiendo lo ocurrido hasta "encontrar de nuevo sentido a las enormes posibilidades que la vida ofrece" y llegar a no odiar a los asesinos de su padre, en lo que él ha definido como su "gran victoria" y su "particular reconciliación".
Por su parte, Sandra Carrasco, hija del socialista Isaías Carrasco, asesinado hace algo más de un año en Arrasate, ha relatado el dramático atentado en el que murió su padre, a quien asistió en plena calle junto a su madre mientras agonizaba.
Este hecho cambió la vida de Sandra, quien ha descrito lo "duro" que se le hace vivir en un pueblo en el que algunos antiguos amigos le han dado "de lado" y en el que la alcaldesa de ANV, que no condenó el asesinato, es homenajeada por algunos vecinos haciendo que parezca que ella es la víctima y no su progenitor, a pesar de lo cual ha asegurado que los radicales "no van a poder" con ella.
Los nacionalistas Pilar Zubiarrain (PNV), cuyo caserío fue quemado por los violentos, y Joxan Rekondo, juntero de EA en la actualidad y ex alcalde de Hernani, que sufrió el acoso de los radicales, han descrito las sensaciones de las víctimas de la denominada "violencia de persecución".
La edil del PP en Azkoitia, Pilar Elías, ha recordado el dramático caso de su marido, Ramón Baglietto, quien salvó de un accidente de tráfico a un bebé que años más tarde fue el etarra que acabó con su vida, mientras que el periodista José María Calleja ha expresado su esperanza "razonable" de que pueda llegar a conseguirse la libertad en Euskadi.
Jorge Mota, hermano del funcionario de prisiones Angel Mota asesinado en 1990, ha mostrado su satisfacción por el hecho de que las instituciones homenajeen a las víctimas del terrorismo, y Jesús Ramírez, de la Asociación de Afectados del 11-M, ha aportado el punto de vista de las víctimas de este atentado.
Tras estas intervenciones, muy aplaudidas por los asistentes, el evento ha concluido con una actuación de danza contemporánea.
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