Madrid.- Detrás de las protagonistas de la CowParade, las simpáticas vacas que merodearon por las calles de Madrid hasta el pasado domingo, estaba el trabajo de sus creadores, artistas que las diseñaron, siguieron atentos su trayectoria y, ahora, se despiden de ellas.
Para la mayoría, todo comenzó con un anuncio en el metro que, acompañado del eslogan "Tú ya eres un artista, sólo que el mundo no lo sabe", invitaba a participar a cualquier ciudadano que se lo propusiera en una exposición que ya había pasado por cincuenta ciudades y cuya siguiente parada era las calles de Madrid.
Se trataba de CowParade, un evento internacional que une arte, mercadotecnia y solidaridad, y que desde que nació en Zurich en 1988, ha dado minutos de gloria a más de 10.000 profesionales y aficionados de las artes plásticas.
Para Alessandro Matteo esos minutos se han convertido en algo más, ya que su "vaca aqua", que pastó en la calle Alcalá hasta el pasado domingo, le ha abierto "muchas puertas", según ha contado ha Efe.
Sólo cuando quedaban unos minutos para que acabara la convocatoria, Alessandro envió su proyecto: un vaca con alas, con los ojos vendados y que daba agua en lugar de leche.
Su idea se convirtió en vaca y la obra le ha convertido en un artista solicitado: "me han pedido piezas para museos en España y en Italia, me han entrevistado acerca de mi trabajo y me he reunido con críticos de arte", asegura.
En el caso de Lucie Geffré, creadora de "la vaca con 7 ojos" que se dejaba ver cerca de El Retiro, ha sido en internet donde ha recibido la mejor acogida.
"En mi blog me he encontrado comentarios muy bonitos y simpáticos", dice la artista de origen francés a la que, en la red, le han escrito cosas como que "tiene personalidad y es inconfundible".
Una vez seleccionados, los artistas reciben 600 euros y una vaca de fibra de vidrio blanca y, a cambio, ellos otorgan a la organización los derechos de autor sobre su creación y se encargan de llevar a cabo su diseño.
"La vaca y el madroño" ha sido una de las reses más populares de esta CowParade, y aunque a su autor, Juancho Arregui, le costó "mucho dinero" crearla - tuvo que modificarla para ponerla de pie y añadir a su lado un madroño-, él dice sentirse "muy orgulloso".
Sobre todo cuando, algún que otro domingo soleado se ha pasado por la Plaza Colón para saludar a su vaca, y se ha encontrado a varias personas haciendo cola para sacarse una foto con ella.
Finalizada la exposición, los artistas dan los últimos retoques de rehabilitación a sus vacas antes del gran día, el próximo 16 de abril, cuando parte de la manada será subastada en Christie's y en el que las ganancias irán parcialmente destinadas a entidades sin animo de lucro.
Basilio García no está tan contento con su experiencia en la CowParade, porque asegura que no sabía que cabía la posibilidad de que su vaca, "People", no fuera subastada y que, en ese caso, la organización pudiera venderla o quedarse con ella.
La puja pondrá el broche final a la experiencia madrileña de este evento internacional, y promete ser un cierre tan llamativo como lo ha sido en otras partes del mundo.
La "Harry Potter Cow", que estuvo expuesta en Londres, ahora pasta en el jardín de la autora de la saga, J.K. Rowling, mientras que otra de las bovinas fue adquirida por el mismísimo emperador de Japón.
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