La noción de crisis nos ha inundado por completo. Temerosos, una gran parte de los ciudadanos van recortando de donde pueden para ajustar sus presupuestos a su nueva situación de parados o ahorran por si vienen tiempos peores. Los resultados hechos públicos hoy de uno de los grupos empresariales más grandes de España, Inditex, dan muestra de ello. De las siete marcas que comercializa el conglomerado que capitanea Amancio Ortega las que más han aumentado sus ventas son Bershka, Oysho, Stradivarius y Pull & Bear, es decir, las que ofrecen moda a precios más bajos. Las más caras del grupo si notan el parón del consumo: Massimo Dutti está cerca de estancarse y Uterqüe, su marca de complementos que apareció en julio de 2008, sólo ha facturado 17 millones de euros.
Aunque desde el imperio de Amancio Ortega se empeñen en no verlo, a las marcas de perfil más barato del conglomerado Zara les han salido serios competidores en los últimos años. Algunas fuentes del sector aseguran que hay cabida para todos en el mercado y que cada uno se dirige a un público bien diferente. Sea cierto o no en los últimos meses, con el bajón del consumo como telón de fondo, las tiendas de ropa 'low cost' no dejan de proliferar. H&M, Inditex, Avanti y Primark se disputan a la clientela que no puede o no quiere pagar mucho por su vestimenta.
La gran revolución ha sido la irrupción en el mercado de la irlandesa Primark. La cadena de ropa, perteneciente al gigante inglés Associated British Foods, ha inundado las calles de Irlanda y el Reino Unido de tiendas con ropa que nunca supera los 35 euros. En España, aunque por ahora sólo está situada en centros comerciales (sus 2.000 metros cuadrados mínimos de tienda parecen no tener cabida aún en el centro de las ciudades), también está arrasando. Un portavoz de la empresa irlandesa asegura que eligieron España porque la fórmula Primark (tendencia a precios tirados) iba a gustar aquí. Y parece que les ha funcionado porque seguirán aumentando su número de tiendas aquí hasta llegar a 14 durante este año.
Primark es el último enano que le ha crecido a la compañía de Amancio Ortega, si bien los resultados de hoy convierten al grupo gallego en líder mundial en ventas al alcanzar los 10.407 millones de euros a tipo de cambio medio de cada trimestre —que es como se comparan las cuentas de resultados—. Primark, según reconocen otras fuentes en el sector, puede hacerle fácilmente la competencia a las tiendas de 'stocks' y taras de Inditex, Lefties. Los guantes a un euro de la irlandesa compiten con los pantalones a nueve euros de la española. Mientras que las ventas por superficie comparable en España del grupo de Ortega "han descendido ligeramente" en este comienzo de año (no han querido cuantificar cuanto), desde Primark están más que satisfechos con la evolución de su negocio en nuestro país. Durante el año pasado y en términos mundiales, las ventas de las marcas de Inditex crecieron alrededor del 10% en 2008 mientras que las de la irlandesa lo hicieron un 21%. (Los resultados de H&M no se sabrán hasta mañana).
Lefties, la 'marca' más barata del conglomerado gallego (Inditex no la considera como tal ya que computa sus ventas junto a las de Zara por lo que resulta imposible ver la evolución de este negocio) está siempre llena a rebosar y crece a pasos agigantados. A pesar de que ya llevan más de 60 tiendas abiertas y que han diseñado ropa exclusiva para Lefties, la empresa de Ortega no reconoce que tengan un plan de expansión propio. Ni siquiera tiene una página web propia.
A la pregunta de si teme que Primark les haga la competencia en España, Pablo Isla, vicepresidente y consejero delegado del 'holding' gallego, ha asegurado esta mañana que sus señas de identidad son moda, calidad y precios asequibles y que lo que no se enmarque en este segmento no es competencia suya. Tampoco ha contestado si temen al gigante sueco H&M, una empresa con la que ya llevan muchos años batiéndose en duelo. Aunque Inditex está registrando un mejor comportamiento en materia económica la nórdica supera a la española en valoración de la marca según el informe Best Retail Brands hecho público ayer por Interbrand.
La locura por la ropa barata va más allá de la pura necesidad. Una asidua compradora de Lefties y Primark asegura que prefiere 'primar' la cantidad a la calidad de las prendas y que por eso acude a este tipo de locales. "Si puedo comprar camisetas a 2,95 euros no me importa que se estropee y la temporada siguiente comprar otra", asegura esta fan absoluta de la marca irlandesa. Un antiguo trabajador de Primark constata la fiebre del bajo coste: "Venía tanta gente que a veces pensaba que me iba a suicidar". Un ejemplo de ello es lo que ocurrió a mediados de 2007, el día de la inauguración de una de sus tiendas en Londres.
Lo que habéis visto no es el primer día de las rebajas del Corte Inglés. En estas tiendas, con su parte buena y su parte mala, las rebajas son todos los días.
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