Bruselas.- La Comisión Europea (CE) propondrá en abril "medidas de ajuste" -como en la gestión del agua o en la elección de cultivos más resistentes-, ante el cambio climático y el temor de que provoque una mayor inestabilidad en la renta de las zonas rurales.
El Ejecutivo prepara un documento con posibles "soluciones" ante el impacto del cambio climático en la agricultura en los próximos años, que puede ser más grave en las áreas rurales del sur de Europa, según un borrador, al que ha tenido acceso Efe.
Bruselas alerta de que el calentamiento global, los temporales y la escasez de agua pueden perjudicar mucho a los cultivos y a la ganadería del Mediterráneo y por ello quiere instar a los países a que impliquen a sus agricultores en "adaptarse" a la nueva situación climatológica.
El texto, preparado por la dirección general de Agricultura, forma parte de una propuesta que hará pública la Comisión Europea (CE) el 1 de abril con medidas para afrontar el cambio climático, especialmente en los sectores más frágiles.
Bruselas alude a la caída de los rendimientos en los países más avanzados y en aquellos en desarrollo, con la consiguiente escasez de producciones, ante lo que es muy probable "que aumente la inestabilidad de los precios" en los mercados.
La CE insiste en que serán necesarias soluciones para adaptar la agricultura, como un "ajuste" de las épocas de siembra o de los tratamientos.
Bruselas alude al incremento de los riesgos de heladas para los frutales o para las viñas, de las plagas y en el caso de la ganadería, la falta de agua hará escasear más los pastos, sobre todo en las zonas mediterráneas.
Aboga por una elección de cosechas y de variedades "más adaptadas" a la disponibilidad de agua y más resistentes a las nuevas temperaturas ó a la humedad, según el borrador, que no será definitivo hasta abril.
La CE menciona las nuevas posibilidades ofrecidas por la biotecnología.
En cuanto al uso del agua, Bruselas instará a los países a mejorar la gestión de suelos y las técnicas de riego o reciclado.
Respecto a la ganadería, sugerirá ideas como la adaptación de las dietas de los animales o la cría de especies más tolerantes al calor.
Para todas estas medidas, la CE considera que los países deben preparar planes nacionales para el sector agrícola y de una manera más específica la identificación de zonas "vulnerables".
La CE admite que algunas de las medidas son costosas para lo productores, si bien señala que dentro de la Política Agrícola Común (PAC) y la reforma aprobada recientemente hay instrumentos para apoyar tales medidas de ajuste.
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